Nos encontramos en un etapa crucial para el futuro académico de miles de estudiantes de derecho en nuestro país. Los exámenes finales de las diversas universidades que imparten esta carrera (y otras), pueden convertirse en un verdadero dolor de cabeza sin la responsabilidad, el esmero y la disciplina adecuadas. Sin embargo, creemos que esto no necesariamente tiene que ser tan cuadriculado y poco disfrutable.
El sentido de eficiencia resulta completamente indispensable, pues como sabemos, los exámenes no se definen meramente por los conocimientos acumulados en un periodo de tiempo; sino que entran a tallar diversos factores que se deben aprender a controlar para alcanzar un buen rendimiento.
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Conocedores de la tensión y ansiedad que suele provocar la temporada de exámenes, el equipo de Legis.pe se dio el trabajo de elaborar un total de 10 técnicas de estudio y/o prácticos consejos que nos pueden ayudar en el camino por superar exitosamente las últimas y decisivas evaluaciones del año.
Esperamos sus comentarios y/o sugerencias.
1. Aprende a meditar para controlar los nervios
Es necesario llegar descansado, y una vez en el aula, relajarse, intentar no repasar y solo confiar en nuestras capacidades. Asimismo, está científicamente comprobado que la técnica de la meditación puede coadyuvar en nuestro esfuerzo por adquirir mayor concentración. Es recomendable, durante los días previos al examen, realizar respiraciones pausadas durante 5 minutos, por la mañana y por la noche, para mejorar la concentración y aclarar la mente.
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2. Distribuye tu tiempo
Resulta necesario conocer, distribuir y controlar el tiempo disponible para realizar toda la prueba (así seas informado el mismo día). Además, debemos evitar saturarnos con jornadas maratónicas, puesto que lo ideal es el estudio con descansos y repasando siempre antes de empezar un tema nuevo. La solución rápida para aprobar exámenes escasamente funciona, así que consideramos que uno debe empezar a prepararse para los exámenes lo antes posible, con el fin, además, de descansar correctamente la noche anterior al examen.
3. Acostúmbrate a escribir
Tienes que estar constantemente resumiendo, aclarando conceptos, esquematizando, comparando posiciones, etc. Coge un papel y lápiz y trata de resumir a mano lo más importante de cada tema, utilizando mapas conceptuales, resaltadores y todo lo que te ayude a verlo de una manera clara. Aunque sea pesado, la mejor forma de recordar lo que se estudia es retroalimentando el cerebro, acostumbrándose a escribir.
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4. No hagas un solo repaso
Uno de los errores más constantes que se suelen cometer es el de aprenderse una sola vez los temas de la prueba, confiando ciegamente en nuestras dizque habilidades memorísticas. Nada más lejos de la realidad. Estudiar todos los conceptos es lo ideal, pero estudiar todo sin atención puede ser lo mismo que no haber estudiado nada. La idea no es forzar a tu cerebro agregándole nueva información a último momento. Lo mejor es repasar una vez más lo que ya aprendiste.
5. Tómate un respiro
Los estudios han demostrado que realizar un descanso cada 10 minutos para caminar y tomar aire en exteriores, puede ayudar a mejorar tu concentración hasta dos horas más tarde. El estudiar sin ninguna paralización puede parecer una manera segura de adquirir los conocimientos, de que todo debe quedar claro, pero en realidad es contraproducente: no solo vas a estar agotado cuando llegues al examen, sino que tu cerebro va a estar cansado y no te será posible recordarlo todo a la perfección.
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6. Haz un pequeño grupo de estudios
Puede ser realmente útil, siempre que elijas a la gente adecuada y que se concentren en los apuntes. Un grupo de 3 o 4 miembros, como máximo, es lo aceptable. Deben presentarse a la reunión con un plan establecido predeterminado, sabiendo qué temas se van a estudiar y con material de apoyo se cuenta, cuánto tiempo les tomará y cuántos serán los descansos a tomar. Trabajar bien, de forma activa y eficiente, sin distracciones absurdas.
7. Escucha música clásica
Es importante seleccionar música tranquila y armoniosa que ayude a la concentración, como autores de música clásica o de música instrumental contemporánea son las opciones más recomendables. En Spotify se pueden encontrar playlists realmente asombrosas creadas con el propósito de ayudarnos en la concentración. Hay que llevar siempre presente la innegable influencia de la música en nuestras vidas, que pueden repercutir positiva o negativamente en nuestro particular estado de ánimo.
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8. No olvides descansar
Al anochecer, probablemente muy cansado por la jornada de estudio, uno desea hacer casi cualquier cosa por divertimento menos estudiar. Abres el Facebook, Twitter, Instagram; lees las noticias del día o le das un vistazo a los memes del momento. Es conveniente que la noche anterior evites quedarte despierto repasando porque al otro día estarás completamente agotado, lo que afectará tu rendimiento. Tomar una buena ducha y una infusión de manzanilla pueden resultar muy útiles para conciliar correctamente el sueño.
9. Asegúrate de comer bien
Y, cómo no, resulta fundamental tomar el desayuno. Es la comida más importante del día porque provee de elementos al organismo después del largo ayuno de las horas de descanso. Asimismo, desayunar aumenta la atención, algo decisivo si queremos tener éxito en nuestras pruebas. Es importante que el desayuno brinde energías, por ello, los expertos en nutrición recomiendan comer lo suficiente, incluyendo lácteos, cereales, proteínas, fruta y verdura. Un desayuno muy ligero podría afectar tu capacidad de concentración.
10. Ir con convicción
Debemos reconocer el grado de conocimiento alcanzado y todo lo que nos costó estar preparados para lograr una buena calificación; por ello es importante confiar en nuestra competencia para realizar la prueba adecuadamente. Recuerda apagar el teléfono y empezar a resolver el examen en silencio y sin presiones, esto te permite concentrarte y, además, evitas molestar al resto. No olvides hacer una revisión final y completa de tu prueba antes de entregar. Recuerda que un examen califica tus conocimientos en un contexto puntual, por lo que uno debe aspirar a que el estudio se vuelva una sana costumbre.
Esperamos que estos consejos te ayuden un poco en ese vía crucis llamado exámenes finales, y si no funcionan, no hay problema, siempre podrás reivindicarte el siguiente semestre.