Desde las 10 de la mañana, en la sede de la Sala Penal Nacional, se dio lugar al juicio oral que confrontaría a Daniel Urresti, sindicado como el asesino de Hugo Bustíos; e Ysabel Rodríguez Chipana, quien afirma que el exministro no solamente fue un asesino, sino que la violó en dos ocasiones. Estas premisas fueron reafirmadas durante la audiencia, que se caracterizó por la tensión y los exabruptos.
Según la versión que ofrece, Urresti habría emboscado al periodista huantino, mientras este viajaba en una moto. Todo pese a que, y nuevamente según la testigo, Bustíos gritaba que él y Eduardo Rojas Arce (quien terminó herido), eran periodistas. Además, la campesina declaró que la construcción del muro perimétrico de la Base Contrasubversiva en Ayacucho (1988), fue un pretexto para que Urresti y el sargento “Centurión”, maltrataran a comuneros y violaran a comuneras.
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Urresti, en su defensa, apeló a imputarle a la testigo Rodríguez haber tenido un pasado terrorista, achacándole haber sido miembro de la base local de Sendero Luminoso y que se arrepintió en 1994 acogiéndose a la Ley de Arrepentimiento. Estas imputaciones fueron rotundamente negadas por la señora. Además, afirmó que si denunció estos hechos 25 años después, fue porque Urresti le amenazó de muerte para que no revelara quién fue el asesino de Hugo Bustíos. La fiscalía ha solicitado 25 años de prisión para Urresti, sindicado formalmente como coautor del hecho delictivo.
A continuación transcribimos las frases que nos dejó el tenso enfrentamiento ocurrido en horas de la mañana.
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Ysabel Rodríguez Chipana: «Usted miente, señor Urresti. Frente a mi casa había un caserón viejo, hace poco se ha destruido. Recién en 2012 hemos tumbado para construir otra casa. Cómo vas a decir dónde es mi casa. Yo desde mi niñez he crecido en esa casa. Usted no puede afirmar que esa casa no ha existido».
Ysabel Rodríguez Chipana: «Ese señor Centurión, de arriba indicaba, a las personas que indicaban, los sacaba. Hemos quedado, al final, 6 mujeres y 12 varones. Dentro de las 18 personas, a las mujeres nos meten dentro de una carpa. Yo estaba cargado con mi bebe, me han vendado con el pañal de mi hijo. Empezó a gritar mi hijito, yo le he sacudido y seguía llorando. A todas las mujeres nos sacan de nuevo, y nos quitan la venda, menos a dos señoras que se quedaron adentro. El señor viene y me lleva a una carpa, ahí me dice «terruca conch***», de mi manta saca, voy donde mi hijo y Urresti me tumba al suelo y abusa de mí. Sus palabras y gestos yo nunca jamás voy a olvidar».
Daniel Urresti: «Estábamos en paro armado, el 24 hubo tres muertos. Primitiva con su hijo por trabajar, y el periodista. Bajo esas circunstancias, cómo podría el comandante llamar al cuartel, eso sería sentenciarlos a muerte. No iban a ir así les paguen. Eso es mentira. Al día siguiente la señora ha cambiaddo su versión (…), medio Huanta dice, que estuvieron esperando hasta que Centurión los hizo entrar al costado. Entraron 3500 a 4000 personas, sube un señor al torreón y Centurión nos hizo formar de 2. Cómo se puede formar de dos en un cuartel tan pequeño. ¿Cómo señala 12 personas con vista de águila? Dice que lo llevan a unas carpas, era noviembre, todo era material noble. En esta versión que usted da recién dice que el Capitán Arturo me llevó a una carpa y me violó. Narró todo lo que había pasado ese día desde la mañana hasta que se los llevaron, sin mencionar que yo la había cogido. Usted menciona cuando el abogado, señora a usted la violaron dos veces, cuando fue la segunda violación. El abogado y cuando fue la primera el día 25, y por qué no conto esa violación. Recien ahorita está introduciendo eso».
Ysabel Rodríguez Chipana: «Nosotros en el campo no sabemos de paro armado. Una semana antes yo he fumigado el alfalfar. Desde horas de la mañana he ido a vender mi alfalfa, cuando vino el Señor Hugo. Ahí me dijeron que había paro armado. En el campo nadie iba a decirnos que había eso. Usted está mintiendo, nosotros no sabíamos. Yo he dicho que el día 26, no 25, fue la violación que sufrí. Usted está mintiendo, acá yo vengo con verdades, sin mentiras».
Ysabel Rodríguez Chipana: «Es un mentiroso señor Urresti, yo te lo digo así, no sabes respetar a las personas. El señor Hugo vino tres veces, yo no tengo hora para mirar, exactamente yo no sé qué hora es, yo no calculo. Había un niño de seis años y con el señor Hugo eran tres. Yo no sé con quien ha estado o tomado desayuno, usted miente señor, yo hablo la verdad».
Daniel Urresti: «La señora manifestó que dos de las mujeres violadas están vivas, ¿por qué no las han traído? A mí me han acusado de haber asesinado a Bustíos, yo no tengo ninguna denuncia por violación, usted tiene una denuncia por difamación».
Ysabel Rodríguez Chipana: «Yo he estado con esa ropa (señala hoja impresa), señor, usted me violado y ha tirado a mi hijo. Usted ha amenazado con hacerme polvo y ceniza. Yo a nadie le he contado porque usted me tenía amenazada, por esa razón».
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Daniel Urresti: «¿Por qué tendría que irla a amenzar si nadie la vio? Yo no he salido del control porque yo no salía a patrullar. Además cualquier mujer que sea violada lo que le impregna, lo que le causa el daño psicológico es la primera violación. Usted solo ha contado la segundo. Usted están mintiendo entonces abiertamente».
Ysabel Rodríguez Chipana: «A todos nos tachaba de terrucos este señor. El hacia lo que le daba la gana con la comunidad. Nunca voy a olvidar su mirada fija que tiene».
Daniel Urresti: «El fiscal ha llamado como testigos a un periodista, a un abogado, pero no ha llamado […] al congresista Acha, si realmente estuvo ahí. No hay nada que compruebe lo que usted dice. Si nos alojamos en tal hotel, por qué no ha ido a la Fiscalía con el comprobante que demuestre eso?».
Daniel Urresti: «Yo jamás como ministro he salido de Palacio hacia Plaza de Armas Me se de memoria de su declaración, usted dice que me ha visto en la puerta de palacio de gobierno. Que yo salí a plaza de armas es una locura, es falso».
Ysabel Rodríguez Chipana: «Había una señora que siempre me compraba alfalfa, que vive al frente de un restaurante. Yo le vi a ese señor entrando al restaurante. Otro día en la alameda, hay un hostal Cóndor, una señora al costado vive, que también le vendo. Lo he visto a ese señor forcejeando con otro sujeto forcejeando a dos mujeres con falda igual que yo».
Ysabel Rodríguez Chipana: «Usted hablaba, perdone que me exprese así, como marido y mujer con Centurión, siempre les he visto, más antes del asesintao. Usted dice que hay una muralla o material noble, hasta ahorita no hay, yo tengo una foto del cuartel (señala hoja impresa). La comunidad hemos construido el muro, hasta ahorita se está desmoronando ese cuartel, si es material noble cómo se va a desmoronar. ¿Por qué no reconoces lo que has hecho?».
Daniel Urresti: «Le agradezco que haya dicho que yo no usaba barbas ni lentes, porque eso queda registrado. Y voy a demostrarlo».
29 Ene de 2018 @ 14:45