Sumario: 1. Introducción, 2. Contexto, 3. Breve repaso de la teoría política: republicanismo y ejecutivo unitario, 4. La actualidad trumpiana, 5. El lawfare y el court-bombing, 6. Conclusiones.
1. Introducción
No podemos negar que la era republicana moderna generó una ola democratizadora sin precedentes en la historia de la humanidad. Se pasó de las lecciones de Cicerón sobre la res pública hacia la concretización material en la Roma Republicana del siglo quinto A.C., el Renacimiento italiano (Maquiavelo) hasta llegar a la revolución estadounidense (Madison) y la revolución francesa (Rousseau) que supuso aquel punto de quiebre sobre la reinterpretación de la libertad, la aplicación de límites al poder y el desarrollo de la separación de poderes en dirección aquel esperanzador modelo que ofrecía el republicanismo. Sin embargo, desde la realidad de las principales potencias encontramos ahora un afán por ejercer lo contrario al republicanismo y lo que a ojos de diversos sectores no llega a considerarse como dictadura por la supervivencia, al menos formal, de instituciones que representan la separación de poderes como un Parlamento y un Poder Judicial; nos referimos al Ejecutivo Unitario.
Así, las potencias más predominantes a nivel militar y/o económico como Estados Unidos están pasando, o ya pasaron, de una transición republicana a una de ejecutivo unitario.
2. Contexto
En junio de 1972 en plena campaña electoral en Estados Unidos, Richard Nixon postulaba a la reelección como presidente. En dicho contexto, cinco hombres fueron arrestados tras irrumpir en las oficinas del Comité Nacional Demócrata ubicadas en el edificio Watergate en Estados Unidos. Su intención era instalar dispositivos de espionaje para obtener información útil que sirviera a la campaña de reelección de Nixon generando así uno de los escándalos políticos más conocidos en el mundo y que terminó con la renuncia de éste al gobierno.
Inscríbete aquí Más información
Los años posteriores al escándalo Watergate pasaron por un paulatino trabajo de limitación a los poderes que el presidente de Estados Unidos tenía hasta entonces sustentado principalmente en la figura del ejecutivo unitario a razón de la capacidad de toma de decisión y emprendimiento de acciones de un presidente en detrimento del poder legislativo y judicial. Años después presidentes como Reagan, H.W. Bush, Clinton, W. Bush, Obama, Biden y, ahora con más determinación, Trump, trataron de recuperar, o en la práctica lo hicieron, aquel poder ejecutivo unitario que se había perdido con Nixon y el Watergate. Podemos afirmar que Watergate abrió uno de los debates más interesantes respecto al funcionamiento de un Estado en relación a; por un lado, las consecuencias de la concentración del poder en una persona o en un área determinada del poder político como es el poder ejecutivo y; por otro lado, la utilidad efectiva de la separación de poderes.
3. Breve repaso de teoría política: republicanismo y ejecutivo unitario
Por una parte, el desarrollo conceptual del republicanismo ha sido desarrollado de manera amplia por diversos autores (Cicerón, Maquiavelo, Montesquieu, Rousseau, etc.). Vale mencionar que Montesquieu respalda la idea de que ante el abuso del poder es necesario que sea el propio poder el que frene al poder (1748) abogando así por la separación de poderes, concepto del cual sería un gran pensador. La doctrina republicana ha ido ampliando su visión hasta llegar a la noción clásica que conocemos ahora al ser una forma de gobierno cuyo poder se desprende del pueblo porque es ejercido por representantes elegidos por este y donde la separación de poderes, el límite al poder gubernamental y la supremacía de la ley son los principios básicos de su funcionamiento.
Por otra parte, el ejecutivo unitario. Probablemente una de las ocasiones más resaltantes en que se enarboló dicho concepto fue en la época de Reagan cuando sus abogados promovieron la teoría de que el presidente tiene el poder absoluto del Poder Ejecutivo sin que el Congreso o el Poder Judicial pudiera interferir en sus decisiones. Al respecto, Tomas Hobbes asegura que la soberanía dividida es una soberanía destruida y para que el bien común prospere en el estado de naturaleza es necesario un Leviatán cuya presencia artificial represente la voluntad de la sociedad y en función a dicha representación se sustenta el poder de un individuo o individuos dentro de un Estado (1651); por lo tanto, el ejecutivo unitario tendría cierta equivalencia con esta directriz sobre la cual la idea principal, para el caso en concreto, es la no interferencia en las decisiones del presidente de un país republicano presidencialista; no obstante, cabe resaltar que Hobbes al mencionar al Leviatán más allá de referirse a la figura de un individuo que reúne el poder hace alusión a una institución que lo regula: el Estado. En adición a ello, otra teoría que describe de mejor manera el comportamiento de un presidente dentro de la figura del ejecutivo unitario es Maquiavelo quién postula que es mejor ser temido que amado ya que un príncipe sabio debe valerse de cualquier medio para ejercer el poder (1513) promulgando aquella parte cruda pero real de lo que se denominó con el tiempo como realpolitik (ejercida en el pasado con gran maestría por Bismarck en lo que ahora es Alemania).
Ambos enfoques nos ayudan a analizar la situación actual de Estados Unidos con el nuevo gobierno de Trump el cual va en búsqueda de la recuperación del ejecutivo unitario, situación política que entró en declive a partir del escándalo Watergate. Así emerge de la situación del ejecutivo unitario en el gobierno de Trump conceptos contrapuestos que desarrollaremos más adelante como el Lawfare o el court-bombing.
4. La actualidad trumpiana
La actualidad trumpiana se puede dividir en tres vertientes. En primer lugar, la vertiente política, donde los daños a la cooperación internacional y sus repercusiones en la globalización tendrán gran efecto en los años posteriores. No se puede negar que Trump acumuló vasta experiencia luego de su primer mandato, ello se traduce en su confianza a la hora de ejercer su autoridad; son cerca de 140 decretos que ha dado marcando una abismal diferencia con sus antecesores. Trump ha sacado a EEUU de la OMS y del Acuerdo de París; ha puesto en duda su compromiso con la OTAN y resaltó la necesidad del control de Groenlandia, el Canal de Panamá y la anexión de Canadá.
En segundo lugar, la vertiente social. Donde la política migratoria y su labor en los conflictos en Ucrania y Gaza están sus principales acciones. Por una parte, no se puede negar la caída de la entrada de inmigrantes sin papeles a Estados Unidos; sin embargo, tampoco debemos negar la ausencia del debido proceso, característica fundamental de todo gobierno republicano, en los casos de deportación donde las pruebas, juicios y garantías no están del todo presentes. Entonces su política migratoria puede tener altivez “eficiente” más no republicana. Por otra parte, las guerras en la Europa Oriental y Oriente Próximo constituyen un problema para Trump ya que a pesar de su confianza inicial de terminar las guerras rápidamente la realidad lo ha volcado a una derrota temporal ante una Ucrania que no cede, una Rusia que empuja y una Gaza que agoniza mientras Israel no da muestras de querer detenerse.
Por último, la realidad económica actual que dividiremos en el siguiente silogismo. Los aranceles impuestos que ya han demostrado que son adversos para Estados Unidos y el mundo entero como el 10% a nivel global (20% en el caso de la Unión Europea) y el 145% a China, siendo que el primero fue suspendido ante la reacción adversa de los mercados financieros y el segundo se prevé que le cause más daño a Estados Unidos a mediano y largo plazo ya que China es socialmente más resistente. El nocivo comportamiento de Trump con la independencia de la Reserva Federal (el equivalente de BCR en el Perú) y concretamente con su presidente, Jerome Powell, que tuvo impactos negativos en inversores generando caídas en el dólar y pérdidas de deuda. Es así que tanto la política arancelaria y su actitud frente al presidente de la Reserva Federal tuvo consecuencias severas que llevó a la caída de diversas acciones en lo que parece que es lo único que puede frenar a Trump: el mercado de valores. Ya el FMI informó una caída en el crecimiento económico global y con ello las expectativas de recesión en Estados Unidos y distintas partes del mundo son cada vez más altas.
5. El Lawfare y el Court-Bombing
Ahora bien, hay dos cuestiones que queremos analizar al ser estas componentes dentro de la política moderna y estar involucradas en el caso que venimos analizando. Por un lado, la politización de la justicia o lawfare referido a la utilización de la justicia como catalizador de conflictos políticos donde se busca perjudicar a un adversario a través de las herramientas que brinda la justicia. Es decir, el uso de la justicia como amedrentamiento en vez de la búsqueda del equilibrio de las acciones. Por otro lado, el bombardeo a la credibilidad de los tribunales y agentes de justicia o lo que nosotros denominamos el Court-Bombing. Hay algunos analistas como Lluis Bassets que consideran que lo único que se interpone en el camino de Trump para considerar su régimen como una dictadura es el Poder Judicial a través de las resoluciones de sus representantes. Probablemente esta premisa está sustentada en las últimas acciones de algunos jueces en relación a detener las deportaciones que está ejerciendo el gobierno estadounidense.
Trump ha sido procesado varias veces por la justicia de su país y algunos casos que resaltaron fueron el juicio político sobre la acusación de incitación a la insurrección, un caso de fraude financiero y el caso de retención de documentos oficiales luego de dejar el cargo en su primer mandato. Él ha asegurado que las acusaciones en su contra no son más que intentos de sus rivales políticos para neutralizarlo (lawfare) y ahora en su segundo mando ha emprendido acciones y discursos contra instituciones o agentes del Estado encargados de investigarlo cómo retirar autorizaciones de seguridad y despedir funcionarios del Departamento de Justicia y del FBI (Court-Bombing).
Inscríbete aquí Más información
6. Conclusiones
Nuestra conclusión principal es que Trump excedió los límites del poder ejecutivo que brinda el republicanismo en dirección a la búsqueda del poder que brinda el ejecutivo unitario a partir de un orgullo propio y la experiencia de la que emerge su conspicua confianza que le brindó su primer mandato. No cabe duda que la actualidad del gobierno de Trump empieza a sustentarse en el poder del ejecutivo unitario ya que no tiene una oposición real en el Congreso con lo cual sus decisiones, por más perjudiciales o polémicas que sean, son más fáciles de materializar tal y como lo estamos viendo. Queda el Poder Judicial que actualmente está bajo el Court-bombing con ataques, insultos y hasta la detención reciente de una jueza. Pareciera que dentro del régimen de Trump un juez solo será idóneo y coherente cuando no contradiga la política del ejecutivo, de lo contrario es un lastre; esta concepción es un peligro real. Respecto al Lawfare no podemos descartar su existencia, pero al no ser desarrollado de manera específica en el presente artículo no podemos abordar un análisis eficaz. A pesar de ello, nuestra evaluación general empieza a demostrar que el Lawfare y el Court-bombing son situaciones que se presentan en diversas instancias de un conflicto político y si bien uno de ellos puede estar más presente que el otro, cuando se dan al mismo tiempo es síntoma de que el conflicto político y la legitimidad de la justicia están en un punto crítico.
En efecto, faltarían razones técnicas y formales para considerar a Estados Unidos como una dictadura, porque no lo es. En contraste, es un Estado que dejó de estar bajo el mando de un poder republicano para pasar a un poder unitario ejecutivo donde a pesar de la supervivencia de la voluntad popular y la división de poderes (formal, más no taxativa); la limitación al poder gubernamental padece y se ve cada vez menos relevante. La pregunta sería si esta será la nueva ola moderna que se apodere de la política global ya que cada vez son notables algunos rasgos del ejecutivo unitario en diversos países (El Salvador, Filipinas, India, etc.) con resultados que no son puritanamente negativos, pero que contienen en su eficacia métodos polémicos donde el Estado de Derecho se difumina por momentos. La cuestión es hasta dónde llegará la época dorada del republicanismo y si estamos frente una transición histórica a causa de la complejidad de las relaciones en la sociedad humana.
Bibliografía
- Hoobes, T. (2009). Leviatán o la materia, forma y poder de una república ecliástica y civil (M. García Morente, trad.). Madrid: Alianza Editorial. (obra original publicada en 1651).
- Maquiavelo, N. (2007). El Príncipe (J. L. Romero, trad). Buenos Aires: Losada (obra original publicada en 1513)
- Montesquieu, C. L. de Secondat, barón de. (1989). El espíritu de las leyes (A. M. Ramos Santana, trad.). Madrid: Alianza Editorial. (Obra original publicada en 1748)