1. Desalojando al CAL del emblemático Palacio de Justicia
Una noticia que llama la atención de los abogados en general es que el Poder Judicial ha decidido desalojar del Palacio de Justicia de Lima al Colegio de Abogados de Lima (CAL), hecho que seguramente tiene un mensaje directo, pero a no dudar también contiene mensajes subliminales.
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Vengo trabajando un pequeño estudio sobre la justicia dialógica en el Perú y me tropiezo con esta noticia, donde el CAL perdió una causa judicial a través de la casación emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema que denegó la pretensión de los abogados. Se afirma que el CAL tiene desde 1940 un espacio en el Palacio de Justicia de Lima, lugar emblemático para servir a los abogados de la Orden y ahora tiene que desalojar. En protesta los abogados harán un plantón.
2. La justicia dialógica y la vinculación con la democracia deliberativa
Este hecho puede parecer anecdótico, sin embargo puede llevar implícita la idea de quebrantar la vinculación entre los abogados y la justicia, que es necesario potenciarlo desde una justicia dialógica, inserta dentro de la democracia deliberativa.
Dos autores de renombre se han hecho eco de la propuesta de justicia dialógica, John Rawls y Jürger Habermas, además varios académicos argentinos[1] han escrito un especial sobre el tema. Justamente con el ánimo de legitimar la justicia, se trata de lograr alianzas con todos los actores dotando de una institucionalidad a la justicia que mira la realidad y sus variopintas particularidades.
3. Las alianzas de los jueces con los abogados
Obviamente dentro de la alianza, se encuentra en primera plana sin lugar a dudas los jueces y los abogados. En esta orientación es bastante claro la Ley Orgánica del Poder Judicial, que en su artículo 288 inciso 1) refiriéndose a los deberes de los abogados con el sistema de justicia expresa: Actuar como servidor de la Justicia y como colaborador de los Magistrados.
No hay mejor amalgama dentro del sistema de justicia que esa relación, por cuanto el juez al hacer la valoración de las pruebas al final del proceso, tendrá en cuenta las pruebas presentadas por los abogados demandantes en su afán de acreditar el cargo (la probanda) y del demandante el descargo (non refutandum).
Entonces en la práctica los jueces tienen como insumos primarios, para reconstruir la verdad, las pruebas de esa contradicción bilateral que se genera en el proceso; y en su mayoría detrás de la “conflagración” siempre hay un abogado(a) en la defensa o ataque.
4. Las alianzas en una macrovisión de la justicia
En consecuencia, una alianza estratégica en el sistema de justicia, siempre será necesaria. Si bien el pacto incorpora a otros actores del sector público y/o privado[2], los principales son los jueces y abogados. Mucho se habla que los abogados deben de conocer a los jueces para poder plantear su problemática; sin embargo es válido igualmente que los jueces deban de conocer a los abogados que están detrás de una problemática o incertidumbre jurídica.
En el sistema de justicia poco se ha estudiado, consolidar sus bases a partir de pactos acuerdos y alianzas y se teme contaminarse con estos estos conceptos “intrusivos” y se la contrapone con principios como independencia, competencia e imparcialidad, como si sería contraproducente ambos conceptos, y ahí se logra una auto censura bajo el prurito de afectación de la imparcialidad, generándose un acordonamiento que aísla al Juez y a la sistema con los otros actores.
Podemos observar que desde el Estado y la sociedad se hacen alianzas en el sistema de justicia por ejemplo para la lucha frontal contra la trata de persona, trabajo infantil, contra la corrupción o para desarticular las bandas delincuenciales y se estructura los actores que intervendrán para la acción conjunta, cada entidad según sus facultades y funciones.
Para esto se promueve un trabajo interdisciplinario, interinstitucional e intersectorial y en este esfuerzo es necesario que los vectores puedan funcionar y hacer que los puentes sean los más fructíferos, derribando los muros de enclaustramiento.
5. Los pactos incluso con los delincuentes para quebrantar los núcleos de poder del delito
Considero que desde el sistema de justicia igualmente se puede pactar, acordar y entrelazar alianzas con los actores donde impactará las resoluciones. Ya en materia penal por ejemplo el sistema de justicia hace acuerdos con los colaboradores eficaces para combatir el crimen. Recientemente el Fiscal de la Nación ha señalado en un comunicado del 10 de marzo del 2018, sobre caso Lava Jato que:
3) La colaboración eficaz es un proceso especial ya conocido y aplicado por cerca de dos décadas, que permite conocer el delito, a sus autores y las pruebas proporcionadas a veces, por boca de uno de sus partícipes, y que en una investigación regular serían difíciles de conseguir. Por ello, reciben a cambio determinados beneficios: cuanto mayor es la colaboración, mayor es el beneficio. Puede causar repulsa pues se llega a un acuerdo con quien delinque, pero permite evitar la impunidad y conocer a aquellos otros delincuentes que se sienten seguros e incluso pueden interactuar en la función pública.[3]
6. Los pactos, acuerdos y alianzas de lo político a lo judicial
Se considera que la estrategia de gobernanza para articular alianzas, pactos y acuerdos sólo se implementa en la toma de decisión política por los actores políticos. Este aspecto de afirmación democrática parece haber sido monopolizado por la política y sus contornos, no permitiendo estos impactos a otras esferas de la institucionalidad.
Considero que debemos cambiar estos conceptos y aplicaciones, por cuanto los pactos, acuerdos, alianzas se insertan dentro de un estado democrático y por lo tanto es la cúspide central de cómo debe desarrollarse no sólo la dinámica del Estado sino se convierte en excelentes mecanismos para atender la conflictividad de la propia sociedad y los diferentes actores.
Entonces cuando hablamos de democracia no sólo nos referimos a la esfera política, donde tiene aceptabilidad, sino también abarca espacios como el sistema de justicia, por cuanto resulta central para dotar legitimidad a sus atribuciones y funciones.
7. Final
Entonces nuestro emblemático CAL podría ser desalojado del emblemático Palacio de Justicia de Lima, pero ojalá que se entienda que ambas instituciones (Poder Judicial y CAL) están visibilizados como los entes más importantes del sistema de justicia y pueden hacer alianzas estratégicas para atender los grandes problemas de la sociedad, más que estar “topeteándose” entre ambas.
[1] Estos ricos materiales pueden revisarlo aquí.
[2][3] Podemos mencionar a los Fiscales, Peritos, Curadores, Depositarios, Notarios, Policías, defensa directa, etc.
[3] Puede verse el Comunicado del Ministerio Público aquí.
8 Abr de 2018 @ 14:40