En un mundo altamente competitivo, estiman que además de la revisión curricular, que es importante como formación profesional, se requiere que el personal que preste servicios tenga cualidades más relacionadas con la interacción social.
Al momento de la contratación de personal, muchas oficinas de Recursos Humanos, ya sean estas de instituciones públicas o privadas, elaboran un perfil de los posibles candidatos a ocupar una determinada plaza.
En este se destaca el valor del conocimiento aprendido de manera objetiva, verificándose los títulos obtenidos, las capacitaciones en las cuales participó, destacándose el número de horas, los cargos que ocupó, entre otros.
Sin embargo, en una sociedad altamente competitiva se requiere que el personal que preste servicios cuente con una capacidad de poder interrelacionarse con el entorno donde labore, por lo que son necesarias otras habilidades como la empatía, el control, la automotivación, el compromiso, la inteligencia emocional, entre otras. Lo antes mencionado alude a las habilidades blandas. En la interacción social, las personas muestran comportamientos que son eficaces para lograr una comunicación tanto verbal como no verbal, lo cual les permite relacionarse con otros individuos y el mundo que los rodea.
En la actualidad y en un mundo altamente competitivo, que demanda cada día más retos, las habilidades sociales en las personas son consideradas cualidades. Y en el campo laboral son apreciadas, sobre todo al momento de la evaluación de los candidatos a un puesto en una institución, sea esta pública o privada.
Así, estimamos que además de la revisión curricular, que es importante como formación profesional y de lo cual no cabe duda alguna (nos referimos a las habilidades duras), hoy en día se requieren otras habilidades más relacionadas con la interacción social (las habilidades blandas).
Habilidades blandas (so skills)
A diferencia de las habilidades duras, las habilidades blandas están orientadas a permitir que las personas desarrollen y exploten sus habilidades sociales, las cuales deben ser complementadas con las primeras de las señaladas.
Entendemos por habilidades blandas a todo aquel proceso en el cual una persona combina todas sus habilidades sociales, expresadas en la manera como esta persona interactúa con el resto de sus congéneres, logrando así una comunicación efectiva, además de permitir un acercamiento con los demás.
Sociabilidad.
Por medio de la sociabilidad, se observa que una persona puede desarrollar actividades que tienden a establecer relaciones con distintos miembros al interior de una organización, al igual que mantener contactos con público ajeno a la institución donde labora o presta servicios.
Aquí podría presentarse el caso de personas que laboran en una administración tributaria, atendiendo al público de manera presencial, como sucede con las oficinas de servicios al contribuyente.
El interactuar de manera permanente con el público, escuchando sus consultas y dudas planteadas, además de la orientación que les puedan ofrecer, termina por confirmar que el personal que labora en estas áreas necesitará contar con la habilidad blanda de la sociabilidad.
Empatía.
La empatía consiste en tener la capacidad de poder percibir lo que los demás sienten en un determinado momento. Es una facultad que algunas personas la poseen de manera innata; mientras que en otras se requiere de un entrenamiento, para captar los verdaderos sentimientos de la parte contraria.
Lo importante es percibir lo que las otras personas sientan, pero sin necesidad de decirlo.
La otra persona no revelará algunos detalles de lo que realmente siente, pero si somos observadores podemos notar su ritmo de respiración agitado, la expresión del rostro y cualquier otra expresión no verbal utilizada, pero que se puede notar. No es necesario ser psicólogo para interpretar estas reacciones corporales.
Mediante la empatía, las personas pueden tener mayores oportunidades de conocer a la otra parte. Esta habilidad blanda puede ser necesaria en una oficina de Recursos Humanos, en donde se revisan las relaciones laborales de los trabajadores, a fin de evitar conflictos que puedan generarse al interior de toda organización, llevando a cabo para ello las negociaciones que sean necesarias.
Liderazgo.
Tengamos en consideración que el liderazgo constituye un conjunto de cualidades que tiene una persona y que puede influir en el entorno donde se desarrolla, para que otras personas perfeccionen sus actividades ligadas al cumplimiento de una meta u objetivo, utilizando para ello mecanismos relacionados con la delegación de facultades, tomar la iniciativa, dar el ejemplo en el trabajo, generar compromiso en el entorno, entre otras situaciones.
Mediante el liderazgo, se pretende generar un entusiasmo permanente entre los colaboradores de una organización o de una determinada dependencia de la misma, ello con la finalidad que se identifiquen con el líder y puedan colaborar con él en el desarrollo de sus actividades.
Si una persona que labora en una determinada organización sabe motivar a los trabajadores que se encuentran bajo su dirección, ello permitirá que estos se desarrollen de un mejor modo sus labores, permitiendo ofrecer mayores posibilidades de perfeccionamiento de sus labores al interior de esta.
Adaptación al cambio.
A la adaptación al cambio, también se le conoce como “adaptabilidad” o también como “flexibilidad”. Mediante esta habilidad blanda, las personas dejan de tener una mirada pesimista en caso de que se altere el entorno donde desarrollan sus actividades y procuran familiarizarse con las nuevas condiciones existentes.
Lo antes señalado se puede presentarse en situaciones como, por ejemplo, una rotación de áreas del personal, en donde el trabajador debe salir de su zona de confort para dirigirse a una zona desconocida por él, o quizá un tanto agresiva en cuanto a las nuevas tareas que desempeñará.
Podría presentarse el caso de un trabajador que labora en una oficina relacionada con las tareas de fiscalización hacia los contribuyentes, que realiza sus actividades laborales en esta oficina.
Este trabajador ya conoce los pormenores que debe ejecutar para cumplir con las labores. Sin embargo, recibe un memorándum de la alta gerencia indicándole que prestará servicios en el área normativa, ya que están necesitando un abogado con experiencia en labores de fiscalización para desarrollar reglamentos y normas.
El trabajador ha prestado servicios en el área de fiscalización cerca de doce años y ya está habituado a ejecutar operativos de fiscalización, pero no está acostumbrado a desarrollar normas, al igual que proponer proyectos de reglamentos, retos que deberá afrontar en adelante debido al cambio de puesto.
Aquí apreciamos que el trabajador deberá adaptarse a su nuevo puesto, al igual que las nuevas tareas asignadas, es indispensable para que continúe en la administración tributaria.
Resiliencia
La resiliencia es una habilidad blanda, que alude a la capacidad que tiene una persona de superar una situación adversa, adaptándose a los nuevos cambios existentes para desarrollarse y ejercer sus actividades en el centro de labores sin dificultad alguna.
Puede presentarse el caso de un ingeniero de sistemas que labora en el área informática, desde donde se desarrollan los programas de atención a las distintas áreas de la administración tributaria.
Este trabajador recibe con frecuencia las consultas de las distintas áreas de la institución, para dar las soluciones informáticas que necesiten.
Recientemente ha fallecido su esposa, víctima del cáncer, luego de seis meses de asistencia permanente a terapias de radiación y él ha quedado a cargo de sus tres hijos y dependen del sustento económico que les pueda proveer fruto de su trabajo. El ingeniero de sistemas tuvo una semana de licencia otorgada por la institución donde labora y ha retornado a sus actividades luego de esta situación.
El profesional informático ha debido sobreponerse a la situación adversa, que significa el fallecimiento de su esposa, y continua prestando servicios en el área informática, demostrando una gran capacidad de resiliencia.
Ética
La ética, como habilidad blanda, se encuentra relacionada con la integridad de las personas, sobre todo en el hecho de distinguir lo bueno de lo que no lo es, para efectos de conducir su comportamiento al interior de una organización, en la que presta servicios.
Veamos el caso de dos trabajadores que laboran en el área de fiscalización de grandes contribuyentes, a los cuales se les ha asignado revisar a un contribuyente ligado al área de comercialización.
En la revisión que estos trabajadores han realizado en los archivos de las declaraciones juradas presentadas ante el fisco, el cruce de información con terceros que son proveedores y clientes, han detectado que existen inconsistencias de información, sobre todo porque se han presentado operaciones no reales, las cuales demuestran claramente que no ha existido fehaciencia en las mismas y la empresa fiscalizada ha querido presentarlas como verdaderas. Al asistir a la empresa, los trabajadores han recibido comentarios de la alta gerencia, en que les indicaban que, si ellos validaban estas operaciones como ciertas y no cuestionaban la misma, la empresa sería “generosa con ellos” al otorgarles una cantidad de dinero por su silencio, lo que significaba que los estaban sobornando.
Los trabajadores fiscalizadores, al percatarse de esta situación de soborno, no aceptaron incurrir en conductas ilícitas, por la integridad y ética con la que están actuando en su trabajo, procediendo a denunciar al contribuyente fiscalizado al intentar sobornarlos.
Creatividad
En el caso de la creatividad, podemos indicar que esta se manifiesta en las personas, cuando tienen el poder de pensar nuevas ideas que sean apropiadas a algún propósito establecido, o resolver una dificultad que requiere una solución apremiante. Una vez que la nueva idea se ponga en práctica, ello constituye la innovación, lo que en términos prácticos implica que la idea se aplicó con éxito en la organización.
Con el desarrollo de la creatividad como habilidad blanda, se pretende que las personas puedan cumplir con presentar nuevas propuestas, que tengan en cierto modo originalidad y que busquen romper esquemas.
Dentro de la organización de una administración tributaria, podemos encontrar en la Gerencia de Comunicaciones e Imagen institucional a quien tiene la función de elaborar las ideas publicitarias que se deben presentar en las campañas de concientización a los contribuyentes, cercanas a los vencimientos de la declaración jurada anual del impuesto a la renta.
Los profesionales que laboran en esta oficina deben tener creatividad, ya sea en el eslogan, la pauta publicitaria, el contenido de esta, la identificación del público objetivo, el mensaje que se desea transmitir, entre otros.
Asertividad
La asertividad, como habilidad blanda, permite a las personas presentar sus argumentos respecto a un determinado tema y escuchando los argumentos de la parte contraria.
En este tema existe una defensa no agresiva, pero sí firme. Un ejemplo en la cual los trabajadores al interior de la administración tributaria pueden aplicar la asertividad sería en la oficina de negociaciones, cooperación técnica y convenios, sobre todo cuando el fisco se encuentre en negociaciones con una institución pública o privada, sea esta nacional o extranjera, por la que se firma un convenio de intercambio o de ayuda mutua.
En este convenio se deberá defender la postura de la administración tributaria, determinando ciertas negociaciones de intercambio hasta que se llegue a un punto medio de beneficio mutuo. En todo ese camino se buscará aplicar la asertividad. Tolerancia a la presión.
En la mayor parte de los avisos de contratación de personal, al igual que en los currículos presentados por los postulantes ante las organizaciones públicas o privadas, siempre se menciona la frase “tolerancia a la presión” como uno de los requisitos que debe cumplir el candidato que postula a una plaza determinada.
De este modo, ser tolerante a la presión se ha constituido como una habilidad blanda, la cual es requerida y exigida por los empleadores y practicada por muchos trabajadores.
Un ejemplo de lo señalado anteriormente se puede presentar al interior de una administración tributaria, es el caso de la oficina de cobranza coactiva, en donde el ejecutor coactivo como director del proceso de ejecución coactiva, apoyado por el auxiliar coactivo, debe estar en permanente revisión de los expedientes que contienen los documentos necesarios para proceder a la cobranza de deudas tributarias.
Los hechos señalados anteriormente y la exigencia de una meta de recaudación determinan que se presenten casos de intensidad en el trabajo, para lo cual se requiere tolerancia a la presión.
Fuente: El Peruano.
