Como es de conocimiento público a estas alturas, la Sala Penal Especial de la Corte Suprema amplió de 18 a 36 meses la prisión preventiva impuesta por el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria a Walter Ríos Montalvo, expresidente de la Corte Superior del Callao, quien es investigado por los presuntos delitos contra la tranquilidad-organización criminal, cohecho pasivo específico e impropio y tráfico de influencias agravado.
Así, pues, el colegiado presidido por el juez supremo titular Jorge Luis Salas Arenas e integrado por los magistrados José Antonio Neyra Flores (ponente) y Ramiro Bermejo Ríos, consideró que el plazo inicialmente impuesto a Ríos era insuficiente para realizar todas las diligencias que por su naturaleza y complejidad el caso requiere, toda vez que se sindica a Wlater Ríos como personaje «clave» de la organización criminal llamada “Los Cuellos Blancos del Puerto”.
En el marco de la audiencia se produjo un cruce de palabras entre los reconocidos magistrados Alcides Mario Chinchay Castillo y José Antonio Neyra Flores. Si bien el altercado verbal fue tenso, resulta interesante discutir sobre el rol del Ministerio Público, el objeto de una audiencia de prisión preventiva y el peligro de fuga, a propósito del caso Walter Ríos. Veamos.