Introducción
El sistema hospitalario pretende como objetivo restablecer la salud de los pacientes y su eficacia será medida por el servicio cualitativo que brinda y no únicamente por las cifras cuantitativas, es decir, es mejor saber cuántos ingresan enfermos y se retiran sanos. Estas cifras aún están por levantarse. En este análisis nos interesa la adecuada comunicación (información es un valor) que debe desarrollarse en los hospitales por parte del personal médico con los pacientes y familiares.
Igualmente se presenta una deficiente comunicación en el sistema de donación de órganos, pero sus deficiencias no están en la población, sino en la crisis del sistema hospitalario que no ha logrado las comunicaciones en los diferentes niveles y espacios médicos. Falta implementar políticas públicas mirando no la paja en el ojo ajeno, sino la viga en el sector salud.
Que discurra la información transversalmente puede también salvar vidas, es así que de acuerdo con un documento de la Organización Mundial de la Salud (Healthy People 2010, volumen I), la comunicación en salud abarca el estudio y el uso de estrategias de comunicación para informar e influenciar decisiones individuales y comunitarias que mejoren la salud. Este tipo de comunicación es reconocida como un elemento necesario en los esfuerzos para mejorar la salud pública y personal.
Asimismo, la comunicación en salud puede contribuir en todos los aspectos de la prevención de la enfermedad incluyendo las relaciones médico-paciente, la adherencia del individuo a recomendaciones clínicas y regímenes terapéuticos, la construcción de mensajes y campañas de salud pública en conjunto con la diseminación de información concerniente a riesgos para los individuos y las poblaciones, o comunicación preventiva.[1]
El tema central está entonces en implementar políticas públicas del derecho a la información en el sector salud, a favor de los pacientes y familiares, el mismo que tiene respaldo jurídico en el artículo 2 y artículo 7 de la Constitución Política del Estado.
La problemática de la salud y cómo hacer operativo sus objetivos
El sistema hospitalario en el Perú tiene grandes problemáticas que finalmente repercuten en las personas que acuden a recibir su servicio. Una investigación realizada[2] ha permitido visibilizar algunas de ellas que argumenta la deficiencia pero que puede esconder otras de mayor relevancia:
- Se argumenta que la crisis hospitalaria es producto del escaso presupuesto que percibe, sin embargo, el presupuesto ha ido creciendo en los últimos años y no se ha reflejado en la calidad del servicio de salud.
- Se considera que las soluciones se logran emitiendo normas jurídicas desde los estratos más altos de poder. Para la investigación es falso, por cuanto el gran problema es que los gerentes de niveles intermedios estén capacitados para lograr objetivos de corto y mediano plazo.
Por otro lado, se requieren indicadores adecuados que legitimen al sistema hospitalario, contabilizar las personas que logran sanar o restablecer, por cuanto no sirve de mucho que se realicen 1000 cirugías si la mortalidad es de 1000.
La implementación de las políticas de salud aún no encuentra adecuada concretización. En el estudio se dice que las altas autoridades deciden los objetivos y los planes, pero estos no se traducen en acciones concretas, además que los servidores de salud no saben cómo se relaciona lo que hacen con los objetivos.
Puede apreciarse que el sistema hospitalario no atraviesa su mejor momento se requiere urgente atención, porque muchos llegan a morir en los hospitales transgrediendo su objetivo primordial, que es salvar vidas humanas.
En los pasillos de los hospitales debería hacerse realidad concreta y tangible los principios contenidos en el Título Preliminar de la Ley General de Salud:
i. La salud es condición indispensable del desarrollo humano y medio fundamental para alcanzar el bienestar individual y colectivo.
ii. La protección de la salud es de interés público. Por tanto, es responsabilidad del Estado regularla, vigilarla y promoverla.
iii. Toda persona tiene derecho a la protección de su salud en los términos y condiciones que establece la ley. El derecho a la protección de la salud es irrenunciable.
La donación de órganos y su problemática
La estadística muestras el bajo nivel de donaciones de órganos en el Perú y es más relevante cuando se compara las cifras con otras realidades de América. El Diario El Comercio del 23 de mayo del 2018 recoge la preocupación:
El Ministerio de Salud indicó que en el Perú la tasa de donantes de órganos y tejidos es de 1.6 donantes por cada millón de habitantes, una de las más bajas de Latinoamérica, lo cual ocasiona que muchos pacientes con enfermedades crónicas esperen por largo tiempo un trasplante.[3]
Visto el panorama de esta manera los grandes culpables de la baja cifra de donantes, es la población en general que no está sensibilizada con este esfuerzo de llevar vida a otros que lo necesitan. El mismo medio de comunicación expresa:
La directora de la Dirección de Donaciones, Trasplantes y Banco de Sangre del Minsa, Luz Esperanza Meza Vargas, señaló que el principal problema para encontrar donantes es la negativa de la familia de la persona con muerte cerebral, ya que existe la creencia que la operación de trasplante daña la apariencia física del fallecido.
Este diagnóstico es equivoco ya que traslada la responsabilidad en otros, sin asumir autocriticas desde el Estado.
Ahora veremos dónde está el “nudo gordiano” del bajo nivel de donaciones de órganos, en ésta reflexión se visualiza con algunos criterios a tomar en cuenta.
La política pública y su implementación
Lamentablemente muchos gobernantes de todos los niveles, no entienden que la política pública no sólo es dar una norma jurídica (Ley 28189[4] y Ley 26842[5]) y luego lo demás llega por “arte de magia”.
Hay un puente que no es fácil de atravesar entre la creación de la norma jurídica y generar institucionalidad para transformar la realidad que se pretende impactar, sobre todo a favor de sectores vulnerables.
Considero que uno de los elementos fundamentales de generar o regenerar institucionalidad es transformar la visión de los funcionarios para lograr resanar ese puente entre el debe ser y el ser; entre la norma jurídica hipotética y la realidad acuciante que exige una atención urgente. Transformar los muros en puentes, desbloquear las barreras que se generan entre los profesionales médicos y la desesperación del paciente y los familiares, entendiendo las necesidades y sus urgencias a través de un lenguaje más inclusivo.
La crisis del sistema hospitalario y los escasos vasos comunicantes entre estado y sociedad
El sistema de salud se constituye en una medalla de dos caras, por un lado tenemos:
- El sistema hospitalario brinda una pésima atención a los pacientes y a los familiares, tanto en los hospitales públicos y de Essalud, puede reconocerse la pericia médica de muchos profesionales, pero la dinámica comunicacional es lamentable e inexistente, la información adecuada no discurre entre los actores rompiéndose una alianza que debía promoverse entre los profesionales de la salud, pacientes y familiares. El Diario La República del 10 de marzo del 2018, recoge una de estas preocupaciones.[6]
- Por otro lado, cómo lograr sensibilizar a los familiares para que tengan magnanimidad[7] en la donación de órganos luego que recibieron una agresión institucional.
Esta inadecuada comunicación, fracturada, quebrada al no haberse construido institucionalidad entre ambos lados de la ventanilla, hace que se desintegre la promoción de la donación de órganos. Una tesis universitaria ha arribado conclusiones interesantes respecto al tema comunicacional en la donación de órganos:
La vivencia más compleja de los procuradores coincide con la etapa del convencimiento, ya que manifiestan que es básico que se manejen adecuados recursos de comunicación y sobre todo un lenguaje asertivo. Es durante esta etapa donde pueden lograr la aceptación de los familiares hacia la donación, para ello los procuradores deben tener buen tino para formular el tema, así como mucha paciencia y adecuar la forma de expresarse ante los familiares, tomando en cuenta que el escenario siempre será adverso dado el dolor de la familia por la muerte inminente del paciente.[8]
Dos sectores vulnerables: pacientes y receptores de órganos
Lamentable situación que enfrenta la problemática de dos extremos de sectores muy vulnerables, una de ellas los pacientes esperan una donación de órganos que no ven satisfecha su demanda urgente y en el otro extremos pacientes y familiares que han sido maltratados institucionalmente por muchos de los profesionales que no muestran empatía con el dolor y sanación.
En el portal (http://www.spn.pe/donacion_de_organos.php) de la Sociedad de Nefrología se hacen la siguiente pregunta y respuesta, entre el nexo de la atención al paciente versus donante:
¿Los médicos cambiaran su actitud a la hora de atenderme en una situación crítica, si saben que soy donante?
No. La condición de ser donante, sólo se considera una vez establecida la muerte cerebral. Siempre los equipos médicos intentan salvar toda vida humana, realizando los máximos esfuerzos hasta tener la certeza del diagnóstico de muerte cerebral.
Si bien esta respuesta teóricamente es cierta pero la realidad nos proporciona lamentables experiencias. Muchos pacientes y familiares ven con malos ojos la atención hospitalaria deficiente y sistemáticamente bloqueada en la relación médico/paciente/familiar y cómo luego de la muerte cerebral del paciente, se activa un interés médico distinto (sospecha razonable) y entonces se quebranta la institucionalidad de la donación de órganos[9], que tiene base en un loable espíritu solidario pero que se contamina por el manejo incoherente del discurrir hospitalario.
Hecho ocurrido en el hospital de Essalud de Lima
Fui testigo directo, al escuchar a una enfermera decir a los familiares de una niña que estaba con muerte cerebral, la explicación burda con el siguiente ejemplo: Su sobrina es como si fuese un pollo que le han cortado la cabeza y su cuerpo sigue moviéndose, entonces las partes de sus órganos están respondiendo por impulso de las maquinas que deben ser seguir funcionando ya que en el Perú está prohibido la eutanasia. Entonces hacer la donación de órganos es la única manera de parar el sufrimiento de su sobrina.
Esta forma comunicacional lógicamente muestra la poca institucionalidad construida para implementar la política pública de donación de órganos. No es solamente la enfermera individual, ese sería un gran error del diagnóstico, sucede que el Estado no quiere mirar que la atención hospitalaria está en crisis, tal vez la principal causa es somatizar todas las enfermedades sin que se atienda la parte emocional del paciente así como de los familiares.
Existe en este nivel factores psicosociales que afectan y dañan los espacios saludables de los hospitales, la amabilidad, el buen trato, la empatía, la comprensión del dolor son algunas de los valores que debemos reconstruirlos en los tejidos del sistema médico. Se prioriza el bisturí por encima de la inteligencia emocional.
Posibles soluciones para lograr limpiar asperezas
Los ciudadanos merecemos ser atendidos con mucha cordialidad en los hospitales por el personal médico, brindando al paciente y a los familiares la información adecuada y oportuna. Quebrantar esta alianza es una agresión a un derecho fundamental (el derecho a la vida, salud e información) que tiene reconocimiento constitucional.
No debe existir una política diferenciada en el trato entre el sistema hospitalario al que tenemos derecho y el sistema de donación de órganos, debe haber coherencia y sistematicidad. Ambos merecen el respaldo jurídico y protección.
[1] Mario Mosquera. Comunicación en Salud: Conceptos, Teorías y Experiencias. El análisis puede verse en: http://www.portalcomunicacion.com/obregon/pdf/Mosquera_2003.pdf
[2] Investigación de la Asociación Contribuyentes por Respeto, basada en datos de la OMS, EsSalud, MINSA y la OCDE y que se encuentra resumida en el portal: https://www.esan.edu.pe/conexion/actualidad/2018/07/12/consideraciones-para-mejorar-los-servicios-de-salud-del-peru/
[3] La referencia del Diario El Comercio puede encontrarse en: https://elcomercio.pe/lima/sucesos/ministerio-salud-peru-tasas-bajas-donantes-organos-tejidos-noticia-521972
[4] Ley 28189, Ley General de donación y trasplante de órganos y/o tejidos humanos.
[5] Ley General de Salud
[6] La información se encuentra en el Diario La República: https://larepublica.pe/sociedad/1209220-pacientes-marchan-contra-maltratos-y-negligencias-en-essalud
[7] Altruismo y solidaridad se hace referencia en el art. 2 inc. 2 de la Ley 28189.
[8] Tesis de Cristina Isabel Menacho, bajo el título: “Procurando la Donación de Órganos. Vivencias de Enfermería”. Facultad de Medicina Humana de la UNMSM. Tesis para optar el título de Licenciada en Enfermería. 2009.
[9] Escuche a un familiar en el hospital recriminar al personal médico: Por qué ahora tienen interés en la donación de órganos, cuando a lo largo de atención médica no tuvo un eficaz tratamiento mi sobrina, quién necesitaba urgente atención para salvar su vida, y los familiares tampoco tuvimos información sobre la evolución de su salud.