Aunque operan en zonas de alta criminalidad, los integrantes del Grupo Terna no reciben del Estado ni un sol para comprar sus disfraces, de acuerdo con la carta informativa 003-2025 obtenida vía acceso a la información pública.
En distintos medios de comunicación, la Policía Nacional del Perú (PNP) exhibe la eficacia del Grupo Terna y su capacidad para infiltrarse en zonas de alta criminalidad.
Sin embargo, la respuesta obtenida por este medio revela un dato contradictorio: la institución no financia el camuflaje que tanto destaca. Son los propios suboficiales quienes deben asumir (de su bolsillo) la compra de sus disfraces.
Para el Grupo Terna, estos disfraces son esenciales para cumplir su misión: mimetizarse entre la población sin levantar sospechas. A pesar de que han logrado resultados visibles en muchas ciudades del país, sobre todo en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas, su eficacia no debería depender de la economía de cada suboficial.
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Sí es viable que PNP compre los disfraces
Se exhiben los disfraces del Grupo Terna como parte de una estrategia moderna y eficiente, pero lo que no se dice es que esa «innovación» corre por cuenta de cada suboficial.
Tras conocer ese dato, LP consultó con dos especialistas en contrataciones públicas para explorar mecanismos que permitan resolver esta omisión institucional.
Carlos Alvarez Solis
El abogado Carlos Álvarez Solís, experto en contrataciones públicas, explicó que el Estado sí puede adquirir estos disfraces mediante contratación pública: se debe precisar la necesidad y el fin público que en este caso es claro. Así los policías no tendrían que costearse sus propia indumentaria.
Sí lo puede comprar el Estado. La ley permite que contraten disfraces, se tendría que adecuar la satisfacción de la necesidad y el requerimiento de la contratación para que pueda suplir un fin público y así proceda la contratación. Esto sí tiene un fin público.
Juan Carlos Gonzales Salinas
Por su lado, el abogado Juan Carlos Gonzales Salinas, experto en contrataciones públicas, recordó que toda las entidades elaboran cada año un plan de contrataciones: documento donde definen con anticipación qué bienes y servicios requerirán. Así los suboficiales no tendrían que seguir usando sus propios fondos para los disfraces.
Todos los años las entidades del Estado hacen su plan anual de contrataciones. Este plan va a determinar qué necesidades tiene la entidad para el próximo año. Ellos tienen que programar esas compras: incluso puede ser una compra menor a 8 UIT sin un procedimiento de contratación competitiva. Así los suboficiales ya no tendrían que usar sus propios fondos. Esto se hace con planeamiento.
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