Una de las tantas razones para la prisión preventiva de Pedro Castillo consiste en cambiar de abogado a cada rato.

Hubo 6 momentos importantes: i) Preparación para la moción de vacancia del 07 de diciembre; ii) Golpe de Estado del 7 de diciembre; iii) Detención y diligencias urgentes del día 7; iv) Audiencia de detención preliminar; v) Apelación de la detención; vi) Prisión preventiva. Estos 6 momentos Castillo los ha enfrentado con 6 abogados penalistas diferentes.

La intervención tardía de un abogado es como cambiar de médico a mitad de cirugía (varias veces). Desde el inicio el abogado atestigua, toma nota y a veces hace constar en las actas los vicios y errores de la detención. Al inicio esto parece trivial e insignificante pero más adelante estos detalles cobran entidad suficiente para una nulidad. Lo que al inicio parece irrelevante luego importa mucho. Al cambiar de abogado, esa memoria se pierde y a veces el estudio del caso tiene que arrancar desde cero.

En otras latitudes sería impensable que un presidente tenga un abogado diferente cada día y es que no tendría sentido que cada día un nuevo profesional empiece el análisis nuevamente si, el trabajo realizado en la detención preliminar es “casi” el mismo para la apelación, y es casi el mismo para la prisión preventiva, y casi el mismo para la apelación.

Uno primero diseña los planos, luego empieza con los cimientos, y luego con una parte de la construcción y luego con otra parte. ¿Qué sentido tiene diseñar, rediseñar y volver a diseñar partiendo a cada rato desde el inicio?

Puede que para la apelación de la prisión preventiva Castillo tenga otro nuevo abogado, y puede que incluso habiendo tenido un único abogado Castillo igual hubiera terminado detenido (en casos con el suyo, la decisión judicial subyace más en razones extrajurídicas que jurídicas), pero este es un error muy frecuente en procesados de todas clases sociales en el día a día.

Una buena defensa no solamente requiere responsabilidad, también continuidad y que se tenga garantizada esa continuidad…

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