El derecho en seis aclamadas películas de Steven Spielberg

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Como autor del texto, debo reconocer que Steven Spielberg es uno de los mejores directores de la historia. Y ya sea como un explorador de la ciencia ficción o de los rincones más profundos de la humanidad, es un maestro de una época diferente.

Decir que el cineasta ha explorado el derecho no es una exageración. Todos los dilemas que propone están abrazados a un debate jurídico, a veces de forma muy discreta y en otras con el derecho como corazón de la trama. Ese es el caso de Sentencia previa, que ya analizamos hace poco.

Por eso, enlistamos seis filmes del Steven Spielberg en los que explora los matices del derecho en historias fascinantes y únicas. Seis clásicos del cine que hay que ver en algún momento de nuestras vidas.

1. Los oscuros secretos del Pentágono (2017) y la libertad de expresión 

Uno de los últimos clásicos del director, que trajo consigo la irreal frase de “Spielberg ha vuelto”, cuando Spielberg nunca se fue.

En 1971, el New York Times y el Washington Post formaron una alianza inédita con el fin de difundir los documentos secretos del Pentágono. En ellos, habían datos claves para entender los errores que se cometieron en la Guerra de Vietnam, la más grande derrota de Estados Unidos hasta la fecha.

Y si la intriga de la trama basada en la libertad de expresión y la libertad de información no lo convence, tal vez sí lo haga saber que estamos ante una cinta protagonizada por Meryl Streep y el actor fetiche de Steven, Tom Hanks. Tremenda dupla enfrentar el intento sin precedentes de Nixon por restringir la primera enmienda.

2. Amistad (1997) y la esclavitud

Los que ignoran la filmografía de Spielberg lo acusan de tener una mirada “blanca” de la realidad y nunca trabajar con actores afroamericanos. Ellos claramente nunca han visto Amistad.

En 1839, cincuenta y tres esclavos negros que viajaban a bordo del barco “La Amistad” se rebelaron, aunque fracasando en el intento. Este primer acto de amotinamiento será clave al momento de entender su relación con un país ajeno y cruel. Y al momento de ponerse ante la voluntad de un sistema judicial que los odia.

3. La terminal (2004) y la libertad de tránsito y la migración

Los haters de Spielberg tratan a La Terminal como un ejercicio menor de cine, calificándola como una historia imposible y ridícula. Un argumento torpe, teniendo en cuenta que el guion manifiesta sus intenciones con una línea muy sencilla: “Esto parece un episodio de La Dimensión Desconocida“.

Viktor Navorski, un turista de los Balcanes, se queda encerrado en la terminal del aeropuerto cuando su país natal estalla una sangrienta crisis y deja de ser reconocido como un país. La ley dictamina que no puede pisar territorio americano, así que no puede abandonar el aeropuerto.

El relato de Viktor (con el rostro de Hanks) es sobre los migrantes extranjeros en América y casi todos los secundarios son un reflejo de eso. Es también, como es clásico con Spielberg, una historia sobre los padres ausentes, que tienen deudas pendientes que el hijo debe saldar.

4. El puente de los espías (2015) y la ética del abogado

Steven Spielberg leyó la historia de este abogado y se obsesionó con llevarla al cine, algo que logró en el 2015 y de la mano de, sorpresa, Tom Hanks.

James Donovan es un legista de Brooklyn que se verá arrojado al núcleo de la Guerra Fría, cuando la CIA le encarga la prácticamente imposible misión de negociar la liberación de un piloto derribado.

Más allá de lo contado en el filme, Donovan negoció con Fidel Castro la liberación de prisioneros tras la fallida invasión de Bahía de Cochinos. Una serie de acciones que lo volvieron un héroe americano y llevaron a Steven a escribir esta carta de amor a los abogados.

5. Rescatando al soldado Ryan (1997) y los códigos de guerra

La escena inicial de la película puede ser una de las mejores representaciones de la guerra que se han filmado en el séptimo arte. Pero todo lo demás que sigue luego de eso es igual de magnífico.

Después de desembarcar en Normandía, en plena Segunda Guerra Mundial, unos soldados norteamericanos deben arriesgar sus vidas para salvar al soldado James Ryan, cuyos tres hermanos han muerto en la guerra.

Además de explorar la crudeza de la guerra de forma soberbia, Spielberg explora las reglas internas dentro del cuerpo militar y en el mundo bélico. Como la que detona toda la trama: Cuando una familia pierde a todos sus hijos salvo a uno, ese ya no está obligado a servir. Una promesa que le costará la vida a muchos.

6. La lista de Schindler (1993) y la ausencia de humanidad

La mejor película de Steven Spielberg, sin discusión. Y curiosamente, la cinta que presentó para finalmente graduarse como estudiante de cine luego de haber abandonado la carrera universitaria a cambio de favorecer su filmografía.

Oskar Schindler, un millonario bueno en medio de la Alemania Nazi, diseña un ambicioso plan para ganarse la simpatía de los nazis más poderosos y rescatar toda la cantidad posibles de judíos de la muerte.

La lista de Schindler es desgarradora y dolorosa. Filmada en blanco y negro porque el director considera que el color es sinónimo de vida y este periodo histórico es la antítesis de ese concepto.

Puntos extra para Amon Göth, el gran villano de la cinta. Ralph Fiennes tuvo que reducir la verdadera maldad que ese personaje ejerció en la vida real porque Spielberg creía que nadie creería que alguien fuese tan malo. Un papel que pasó a la eternidad.


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