- En el 2021 se iniciaron 76,130 procesos a nivel nacional, 176% por encima de lo registrado en 2020, afirma Aracelli Morales, especialista en procesos laborales y asociada del estudio Miranda & Amado.
- Los casos más demandados estuvieron relacionados al pago de beneficios sociales y a la desnaturalización de los contratos de trabajo temporales.
- Las conciliaciones también han tenido un incremento en el 2021, siendo una forma de concluir el proceso laboral que amerita ser considerada por las partes.
Lima, marzo de 2022. Ceses, reducción de sueldos, retrasos e incumplimientos en el pago de remuneraciones, fórmulas laborales excepcionales (como la suspensión perfecta) y contrataciones a plazo fijo han sido algunos de los efectos del golpe de la pandemia en las finanzas de las empresas y de la incertidumbre económica.
Esta situación, sumada a la adaptación del acceso a la justicia por la virtualidad que exigió la crisis sanitaria, ha generado que las demandas laborales en 2021 alcanzaran una cifra récord en los últimos cuatro años.
Aracelli Morales, asociada del estudio Miranda & Amado, precisa que de enero a diciembre de 2021 se iniciaron un total de 76,130 procesos laborales a nivel nacional, 176% por encima del número de demandas registradas en el 2020 (27,589), y superior a los años prepandemia: 64,098 en 2019 y 63,996 en 2018.
Según data de la Subgerencia de Estadística del Poder Judicial del Perú, las demandas judiciales con mayor incidencia durante el año pasado estuvieron relacionadas al pago de beneficios sociales (pagos de CTS, vacaciones, utilidades, reintegro de remuneraciones, gratificaciones, entre otros). Estos procesos pasaron de 22,402 en el 2020 a 23,731 en el 2021.
Otro tema frecuente en los procesos interpuestos por los trabajadores ante sus empleadores es la desnaturalización de los contratos temporales. “Por lo general, el trabajador suele alegar que el puesto para el que fue contratado es permanente y no responde a una necesidad temporal. En estos casos, pide el reconocimiento de su relación laboral a plazo indefinido y, en caso de cese, la reposición en el empleo. Por ello, es importante una revisión de los contratos temporales existentes o evaluar otras figuras legales que puedan implementarse alternativamente”, afirma Morales.
El trabajador no es el único que puede interponer demandas laborales; también lo pueden hacer los empleadores en contra de las instituciones administrativas y/o en contra de los trabajadores. Estos casos se circunscriben a procesos contencioso-administrativos y/o por daños y perjuicios, respectivamente, señaló la abogada laboralista.
Ritmo de conciliaciones
Aunque no van al mismo ritmo que las demandas judiciales, las conciliaciones durante el 2021 también fueron mayores a las del año previo. Durante dicho periodo se conciliaron 2,365 procesos laborales en todo el país versus los 1,205 de 2020. No obstante, en los años 2019 y 2018 el número de conciliaciones fue mayor al año 2021.
Sobre este aspecto, la asociada del estudio Miranda & Amado comenta que “las conciliaciones son una oportunidad para concluir con el proceso por acuerdo de las partes, porque puede ser una fórmula de solución más acorde a los intereses reales de estas. Por eso, recomiendo que las partes junto con sus respectivos abogados analicen los pros y contras en cada caso concreto.”
Los distritos judiciales donde más conciliaciones se realizaron fueron los de La Libertad, Lima, Arequipa, Santa y Lima Este. Estos son, asimismo, los distritos judiciales con más carga judicial. “Destaca que La Libertad acumule una mayor cantidad de conciliaciones que en Lima, pese a que la capital tiene el mayor número de procesos; de lo cual se deduce la disposición de las partes y los juzgados por encontrar medios alternativos de solución al proceso laboral”, sostiene Morales.