Sumario: 1. Introducción; 2. El derecho de autor en el Perú; 3. La creación de obras por Inteligencia Artificial; 4. Análisis jurídico: ¿puede una IA ser autora?; 5. Perspectiva comparada; 6. Implicancias para el mercado legal y creativo; 7. Conclusiones.
1. Introducción
El avance de la inteligencia artificial (IA) ha generado debates significativos en el derecho de autor, particularmente en lo que respecta a la posibilidad de que una obra generada por IA pueda ser registrada como propiedad intelectual. En el contexto peruano, la Ley sobre el Derecho de Autor plantea interrogantes sobre la titularidad y protección de estas creaciones. ¿Puede la IA ser considerada autora de una obra? ¿Es posible registrar una creación sin intervención humana? Estas cuestiones requieren un análisis jurídico detallado.
2. El derecho de autor en el Perú
El derecho de autor en el Perú está regulado por el Decreto Legislativo 822, que establece que el creador de una obra es quien tiene el derecho exclusivo sobre ella. La normativa reconoce a la persona natural como sujeto del derecho de autor, lo que plantea dudas sobre la posibilidad de atribuir titularidad a una entidad no humana.
El artículo 2 del Decreto Legislativo 822 define obra como «toda creación intelectual original expresada en una forma tangible». En este contexto, el concepto de originalidad es clave, pues implica una intervención creativa que hasta el momento ha sido atributo exclusivo del ser humano.
3. La creación de obras por inteligencia artificial
Con la irrupción de la IA, se han desarrollado sistemas capaces de producir textos, música, pinturas y otros contenidos creativos.
Herramientas como ChatGPT, DALL-E y AIVA pueden generar resultados que rivalizan con las creaciones humanas. Sin embargo, estos sistemas operan mediante algoritmos de aprendizaje profundo que procesan y reorganizan información preexistente.
El problema central es determinar si una obra generada por IA cumple con el requisito de originalidad exigido por la legislación peruana. Si bien las IA pueden producir resultados novedosos, la ausencia de una intención creativa podría ser un obstáculo para su protección.
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4. Análisis jurídico: ¿puede una IA ser autora?
El derecho de autor se basa en la presunción de que la creatividad es una facultad humana. La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) ha indicado que, hasta la fecha, no existe un consenso global sobre la atribución de derechos de autor a la Intelingencia Artificial..
En el Perú, al no existir reconocimiento legal de personalidad jurídica para la IA, estas no podrían ser consideradas autoras. No obstante, podría argumentarse que el titular del software o la persona que proporciona instrucciones a la IA podría ser reconocido como autor.
Un ejemplo relevante es el caso de The Next Rembrandt, un cuadro generado por IA a partir del análisis de obras del pintor holandés. Dado que la IA carece de subjetividad, la autoría se atribuyó al equipo de desarrolladores.
5. Perspectiva comparada
Otros países han abordado este dilema de diferentes maneras:
- Estados Unidos: La Oficina de Derechos de Autor ha denegado registros a obras generadas exclusivamente por IA, exigiendo una intervención humana significativa.
- Reino Unido: Permite que el «productor» de una obra generada por IA sea considerado titular de derechos.
- Unión Europea: Se debaten regulaciones que diferencian entre obras totalmente generadas por IA y aquellas con intervención humana.
En Latinoamérica, no existe un marco uniforme, pero la tendencia general es reconocer la necesidad de un creador humano identificable.
6. Implicancias para el mercado legal y creativo
La ausencia de reconocimiento de la IA como autor tiene implicancias prácticas:
- Protección de derechos: Si una obra de IA no puede ser registrada, podría ser utilizada libremente por terceros.
- Responsabilidad legal: En caso de plagio o infracción de derechos, sería complejo determinar la responsabilidad.
- Innovación: Las empresas tecnológicas podrían optar por licencias contractuales para proteger sus creaciones.
El debate está abierto, y en los próximos años podría haber modificaciones normativas que regulen estas cuestiones con mayor precisión.
7. Conclusiones
En el estado actual en nuestra legislación, la Inteligencia Artificial no puede ser registrada como autora de una obra, dado que la normativa reconoce solo a personas naturales. Sin embargo, el titular del software o quien realice una intervención creativa en el proceso podría reclamar derechos.
A medida que la tecnología evoluciona, se hace urgente una revisión legislativa para abordar la creciente producción de contenido por IA. La solución podría implicar la adaptación del derecho de autor o la creación de una nueva categoría de protección para estas obras.
El debate sigue en marcha, y su resolución impactará significativamente la propiedad intelectual y la innovación tecnológica en el Perú y el mundo. Además, las futuras regulaciones deberán considerar el equilibrio entre fomentar la innovación y proteger los derechos de los creadores humanos. De lo contrario, podrían surgir disputas legales complejas que afecten la industria del entretenimiento, el desarrollo de software y la producción artística.
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Un enfoque posible sería adoptar un sistema de coautoría, donde el programador o usuario de la IA pueda ser reconocido como creador junto con la tecnología utilizada. Sin embargo, esto también podría generar conflictos en términos de atribución de derechos y regalías.
Por otro lado, si se mantiene la exclusión de la IA como sujeto de derecho de autor, podrían explorarse alternativas como los derechos conexos o modelos de licenciamiento específicos para obras generadas mediante IA. Esto permitiría una protección parcial sin alterar los principios fundamentales del derecho de autor.
En cualquier caso, el desarrollo de la IA continuará desafiando los marcos jurídicos existentes, por lo que es fundamental que legisladores, académicos y expertos en tecnología trabajen en conjunto para encontrar soluciones adecuadas a esta nueva realidad. La regulación de la creatividad artificial será un tema clave en los próximos años y definirá el futuro de la propiedad intelectual a nivel global.