¿Cómo imputar un hecho delictivo y no caer en el intento? Guía práctica para imputar hechos junto a Don Quijote

Solín Núñez Facundo es abogado por la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo. Egresado de la maestría en derecho con mención en derecho penal y procesal penal, por la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque - Perú. Miembro del grupo de investigación «Derecho, Tecnología e inclusión social» de la Universidad Privada Norbert Wiener. Defensor público.

Sumario: 1. Introducción, 2. ¿Qué ocurrió entre Don Quijote y los galeotes?, 3. ¿Cuál es la diferencia entre relato fáctico e imputación fáctica?, 4. ¿Qué datos fácticos son relevantes? Las proposiciones fácticas, 5. ¿De qué se conforma el relato fáctico? Identificación del hecho, 5.1. Lugar, tiempo y personas, 5.2. Conducta y contexto, 6. ¿Cómo se redacta el relato fáctico?, 6.1. Concreto y preciso, 6.2. Objetivo y neutral, 6.3. Comprensible, 6.4. Cronológicamente ordenado, 6.5. Descriptivo y detallado, 6.6. Impersonal y formal, 7. ¿Qué no hacer al elaborar el relato fáctico? 8. La imputación fáctica contra Don Quijote.


1. Introducción

El Quijote es el germen de la literatura moderna (Maestro, 2022). Su impacto trasciende a la literatura y alcanza ciencias como la antropología, la ética, la sociología y el derecho. Entre sus episodios más emblemáticos está el de Los galeotes, donde el caballero de la triste figura, convencido de obrar con justicia, libera a un grupo de prisioneros que eran trasladados bajo custodia oficial.

Lo que para el hidalgo manchego representa un acto heroíco, para el derecho penal moderno configura un delito. Este episodio ofrece una oportunidad didáctica para identificar los elementos necesarios en la construcción de una imputación fáctica suficiente. A partir de la letra de Cervantes, el presente estudio propone una guía práctica para construir imputaciones fácticas y evitar deficiencias que vulneren el principio de imputación necesaria.

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2. ¿Qué ocurrió entre Don Quijote y los galeotes?

En una de sus aventuras y junto a Sancho Panza, su fiel escudero, Don Quijote se encuentra en su camino a un grupo de 12 prisioneros —los galeotes— encadenados y bajo custodia oficial, que son trasladados por guardias. El traslado, tan rutinario como cualquier otro, se desarrolla bajo un calor sofocante. Esto provoca que los prisioneros avancen con dificultad, y algunos de ellos, quejándose del peso de las cadenas.

Al observar la escena, Don Quijote, fiel a su ideal caballeresco, interpreta que los galeotes están siendo oprimidos injustamente por las autoridades. Sin detenerse a reflexionar sobre la legalidad de la situación, decide intervenir.  Interroga a los galeotes de forma individual, acercándose a cada uno con solemnidad y escuchando atentamente sus relatos. Mientras lo hace, algunos prisioneros muestran expresiones de burla al notar su ingenuidad, pero otros exageran sus historias, presentándose como víctimas de un sistema opresivo y minimizando los actos que los llevaron a esa situación.

Sancho Panza, siempre más pragmático, observa la escena con preocupación, intentando disuadir a Don Quijote de intervenir, pero sin éxito. Influenciado por las narrativas de los prisioneros y convencido de la injusticia de la situación, Don Quijote se dirige a los guardias y les exige, en nombre de «la ley de caballería», que liberen a los galeotes. Ante la negativa de los guardias, que se muestran inicialmente desconcertados por su actitud y discurso, Don Quijote decide actuar.

Desenfundando su lanza y montado en su caballo Rocinante, ataca a los agentes, quienes, sorprendidos por la vehemencia del caballero, intentan resistir; pero terminan siendo superados. Durante la escaramuza, algunos de los prisioneros aprovechan el caos para intentar despojar a los guardias de sus pocas pertenencias, mientras otros simplemente observan con incredulidad.

Finalmente, los galeotes son liberados y quedan fuera de la custodia oficial. Con aire triunfal, Don Quijote exige que los recién liberados busquen y se presenten ante su amada Dulcinea como un acto de gratitud. Los galeotes fingen aceptar la orden, pero pronto comienzan a burlarse abiertamente de Don Quijote. La situación culmina cuando los prisioneros lo agreden físicamente y huyen por diferentes caminos, dejando al caballero malherido y a Sancho intentando socorrerlo.

3. ¿Cuál es la diferencia entre relato fáctico e imputación fáctica?

Aunque ambas categorías describen el mismo suceso, cumplen funciones distintas dentro del proceso penal. El relato fáctico es la descripción objetiva y detallada —circunstanciada— de los hechos. Se limita a narrar lo ocurrido sin atribuir responsabilidad penal. En cambio, la imputación fáctica consiste en la atribución de la conducta delictiva a un sujeto y se encuadra dentro del supuesto de hecho del tipo penal.

Centrémonos ahora en el relato fáctico. Es el conjunto de proposiciones fácticas que se construyen a partir de los datos que proporcionan las fuentes de información, como las denuncias, las querellas, las actas de intervención policial o los reportajes periodísticos.

En el caso de Los galeotes no hubo denuncia o acta de intervención. Así que imaginemos que el relato se obtuvo de los informes de los guardias sobre el frustrado traslado de los 12 prisioneros y se narró tal cual aparece en el apartado 2 del presente.

4. ¿Qué datos fácticos son relevantes? Las proposiciones fácticas

Ahora bien, los informes pueden contener información relevante, como la razón del traslado, el número de prisioneros, el lugar y modo de la fuga, y el número de implicados. También pueden incluir datos irrelevantes, como el clima, los diálogos de los prisioneros o su ideología política.

Por esta razón, el relato fáctico no consiste en la transcripción de todo lo que contiene la fuente de información, sino en la selección de aquellas proposiciones fácticas que guarden correspondencia con el supuesto de hecho que regula el tipo penal. Para ello, es esencial que el operador jurídico tenga un conocimiento integral y actualizado de los tipos penales regulados en el Código Penal.

En el episodio que nos ocupa, se aprecia una configuración del tipo penal regulado en el art. 414 del Código Penal, sobre favorecimiento de fuga: “El que, por violencia, hace evadir a un preso”. Las proposiciones fácticas que dotan de contenido al tipo penal son las siguientes:

  • El que: Don Quijote.
  • Por violencia: Desenfundó su lanza y atacó a los guardias que custodiaban el traslado de los 12 prisioneros.
  • Hace evadir a un preso: Los 12 prisioneros se liberaron y huyeron.

5. ¿De qué se conforma el relato fáctico? Identificación del hecho 

5.1. Lugar, tiempo y personas

Sin embargo, para delimitar el hecho delictivo, deviene imperioso ubicarlo en el tiempo y lugar más preciso posible, además de identificar a las personas involucradas. El informe de los guardias no especifica estos datos, por lo que deben recabarse a través de otras fuentes, como declaraciones de testigos o los propios guardias.

Imaginemos que, tras obtener dicha información, se precisa que los hechos ocurrieron día 1 de julio del año 1602 a las 15:30 horas aproximadamente, en el camino Real de Toledo a La Mancha, kilómetro 45, a la altura del paraje conocido como «Los Peñascales», en las inmediaciones de Campo de Criptana, provincia de Ciudad Real, España. En cuanto a los sujetos son, además de Don Quijote y Sancho Panza; los 4 guardias: William, Ronal, Carlos y Ben[1]; y los 12 prisioneros: Juan, Carlos, David, Frank, Job, Noe, Elí, Luis, Leo, Fano, Raúl y Sam.

5.2. Conducta y contexto

En cuanto a lo que pasó y la forma en que pasó, es crucial identificar la modalidad típica que exige el tipo penal, pues es esta la que delimita qué elementos fácticos son relevantes. En el caso de Los galeotes, el tipo penal exige violencia para facilitar la evasión de un preso, por lo que el relato fáctico debe describir cómo se materializó esa violencia. En este caso, para atacar a los guardias, Don Quijote usó su lanza, montado en su caballo.

Aparentemente, podría parecer ser suficiente el relato fáctico. No obstante, se omite información sobre el orden y la forma del ataque contra los guardias, su resistencia al ataque y la forma en que se liberaron los prisioneros. Estas precisiones son necesarias ya que el relato fáctico no puede dejar nada relevante —sobre la violencia y la fuga— por tácito o implícito, tanto más si se trata de información que puede obtenerse sin dificultad a través de las fuentes de información disponibles, como las declaraciones de los guardias.

No se trata de registrar cada segundo del evento, sino de describir los hechos con la mayor concreción posible. Detalles como el color de la ropa de los guardias o el cansancio de los galeotes son irrelevantes, pero el modo en que se liberaron y el tipo de violencia ejercida sí son fundamentales.

Supongamos que la información faltante es recabada, el relato mejorado quedaría así:

Ante la negativa de los guardias para liberar a los prisioneros, Don Quijote desenfundó su lanza y, montado en su caballo, atacó a William en el brazo derecho, dejándolo incapacitado. Luego arremetió contra Ronal, quien intentó bloquear la embestida, pero fue derribado por la fuerza del caballo. Carlos y Ben intentaron defenderse con sus bastones, pero en el caos los prisioneros despojaron a Ben de las llaves y se liberaron. Leo abrió las cadenas, mientras David y Frank lanzaban piedras contra los guardias. Finalmente, los 12 prisioneros huyeron en diferentes direcciones, imposibilitando su recaptura.

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6. ¿Cómo se redacta el relato fáctico?

El lenguaje utilizado para el relato debe cumplir con los siguientes criterios básicos:

6.1. Concreto y preciso

Don Quijote violentó a uno de los guardias con su lanza.

Don Quijote desenfundó su lanza y, montado en su caballo, atacó al guardia William en el brazo derecho.

6.2. Objetivo y neutral

Los prisioneros, en venganza por su injusta condena y por la forma en que los guardias los trataban, robaron las llaves y escaparon.

Los prisioneros despojaron a Ben de las llaves mientras se encontraba inconsciente en el suelo,y se liberaron de la cadenas para huir en diferentes direcciones.

6.3. Comprensible

El agente Ben, en virtud de la cinética del ataque, perdió el equilibrio y sufrió un desplazamiento involuntario hacia el nivel inferior.

Don Quijote impactó a Ben en el pecho con el extremo de su lanza, lo que provocó que perdiera el equilibrio y cayera al suelo.

6.4. Cronológicamente ordenado

El relato debe narrarse de forma lógica y estructurada, siguiendo el orden en que ocurrieron los hechos. Esto facilita su comprensión y evita omisiones o contradicciones.

6.5. Descriptivo y detallado

Don Quijote atacó a un guardia y este cayó.

Don Quijote, montado en su caballo Rocinante, utilizó su lanza para golpear en la parte baja de la espalda del guardia Carlos, quien cayó de espaldas contra el suelo.

6.6. Impersonal y formal

Todo sucedió aquella tarde en un camino polvoriento, donde el sol abrasador testificó la batalla entre el caballero y los guardias.

Los hechos ocurrieron a las 15:30 horas en el camino Real de Toledo a La Mancha, a la altura del paraje Los Peñascales.

7. ¿Qué no hacer al elaborar el relato fáctico?

Se pervierte el relato fáctico cuando, en lugar de describir el hecho, se transcribe todo lo que dice la denuncia o el acta de intervención policial. Estas fuentes no constituyen el relato en sí, sino elementos de convicción que sirven para respaldar lo ocurrido. Corresponde al operador jurídico extraer y estructurar la información relevante de dichas fuentes para describir el hecho de manera clara y precisa.

Por otro lado, el relato fáctico debe centrarse en lo que sucedió, no en cómo se obtuvo la información. Por ejemplo, y dejando por un momento el episodio de Los galeotes, en una investigación por tráfico de drogas no forma parte del relato fáctico la elaboración del informe pericial químico de drogas, su fecha y sus conclusiones. Lo relevante es, sencillamente, la información que arroja; es decir, la cantidad y tipo de sustancia tóxica:

El 5 de abril de 2021, a las 10:30 horas, en la intersección de la avenida X con la calle Y, Juan tenía en su posesión, dentro de la mochila negra que llevaba en sus espaldas, lo que al parecer era clorhidrato de cocaína. Posteriormente, mediante el informe pericial químico de drogas del 5 de abril de 2021, se determinó que la muestra decomisada corresponde a 5 kg de clorhidrato de cocaína.

El 5 de abril de 2021, a las 10:30 horas, en la intersección de la avenida X con la calle Y, Juan tenía en su posesión, dentro de la mochila negra que llevaba en sus espaldas, 5 kg de clorhidrato de cocaína.

Finalmente, se pervierte el relato fáctico cuando se presentan excesivas proposiciones fácticas no vinculadas al hecho constitutivo, sino a las circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores (Mendoza, 2011). Si bien es cierto que el contexto es importante, llenar el relato de datos secundarios puede generar confusión y hacer que lo esencial pase desapercibido:

Después de la aventura de Los molinos de viento, don Quijote caminó durante 6 horas junto a Sancho Panza, y a las 15:30 horas, se encontró con 12 prisioneros con quienes dialogó acerca de sus condenas(…), finalmente, después de liberar a los prisioneros, Don Quijote quedó herido de gravedad, por lo que fue trasladado por su escudero Sancho, quien lamentaba las heridas que sufrió su amo.

A las 15:30 horas, Don Quijote, en compañía de su escudero Sancho Panza, se encontraron con 12 prisioneros (….) finalmente, los 12 prisioneros lograron huir en diferentes direcciones.

8. La imputación fáctica contra Don Quijote

Entonces, contando con las proposiciones que conforman el relato fáctico de un presunto delito de favorecimiento de fuga atribuido, corresponde imputar el hecho a Don Quijote, de tal forma que los hechos se centren en la figura del imputado —he ahí el nombre imputado, de imputar— realizando los elementos que configuran el supuesto de hecho del tipo penal:

El día 1 de julio del año 1600 a las 15:30 horas aproximadamente (tiempo), en el camino Real de Toledo a La Mancha, kilómetro 45, a la altura del paraje conocido como «Los Peñascales», en las inmediaciones de Campo de Criptana, provincia de Ciudad Real, España (lugar), se atribuye a Don Quijote (sujeto que realiza la conducta), quien iba a acompañado de su escudero Sancho Panza (involucrado en el hecho), haber solicitado a los guardias oficiales William, Ronal, Carlos y Ben (sujetos contra quienes se dirige la conducta) que liberen a los 12 prisioneros —Juan, Carlos, David, Frank, Job, Noe, Elí, Luis, Leo, Fano, Raúl y Sam (involucrados en el hecho)—, quienes se encontraban encadenados y bajo custodia de  los mencionados guardias.

Ante la negativa de los guardias, Don Quijote desenfundó su lanza y, montado su caballo, arremete directamente contra William, atacándolo en el brazo derecho y dejándolo temporalmente incapacitado para empuñar su espada. Acto seguido, atacó a Ronal, quien intentó bloquear la embestida pero fue derribado por la fuerza del caballo. En ese momento, Carlos y Ben trataron de organizar una defensa improvisada utilizando sus bastones de custodia, sin éxito (violencia).

La confusión causada por los ataques de Don Quijote permitió que los prisioneros despojaran a Ben, quien se encontraba tendido en el suelo, de las llaves que llevaba en su cinturón. En esos instantes, uno de los prisioneros, Leo, se encargó de liberar rápidamente las cadenas de los demás, mientras otros dos, David y Frank, intervinieron activamente atacando a los guardias con piedras recogidas del camino. En este punto, la resistencia de los guardias se vio completamente superada por la acción combinada de Don Quijote y los prisioneros, lo que culminó con la liberación de los doce prisioneros, quienes huyeron en diferentes direcciones, dejando a los guardias incapacitados para detenerlos (evasión).

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9. Referencias

Maestro, J. (2022). Crítica de la razón literaria. Editorial Academia del Hispanismo.

Mendoza, F. (2011). Imputación concreta. Aproximación razonable a la verdad. Revista Oficial del Poder Judicial, (6 y 7), 79-95.

[1]Deben consignarse nombre y apellidos de los sujetos intervinientes en el hecho.

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