A través de una videocolumna, el constitucionalista Domingo García Belaunde aseguró que los jueces del Perú en el ámbito penal «todos son carceleros, casi todos. Les encanta la prisión. Gozan», sentenció tajantemente. «Son una sarta de ineptos los que he visto yo», añadió.
Sobre el caso del suboficial de la PNP, Elvis Miranda, el constitucionalista opinó que el alegato de la Fiscalía le pareció brillante, pero no para sustentar una prisión preventiva.
«Yo escuché todo el alegato del fiscal. Brillante, pero para una sentencia, no para una prisión preventiva. Lo que uno quiere es que la persona que haya cometido un desliz sea condenado, pero no tiene que ir preso, un policía no se va a escapar a ninguna parte», señaló.
Domingo García Belaunde también comentó que en materia constitucional, «nuestros jueces, el 90% no funcionan no saben nada y se mueren de miedo».
Al referirse a los jueces que ven temas tributarios y comerciales, señaló que estos «tienen miedo de fallar contra la Sunat». Incluso, ironizó al respecto: «Al juez que falle en contra de la Sunat habría que darle un premio». Sobre el fuero civil, el letrado consideró que en ese ámbito «hay algo que funciona mejor».
Sobre la Academia de la Magistratura
El letrado evocó su experiencia como docente en la Academia de la Magistratura. El constitucionalista confesó que los jueces que asistían a la Academia de la Magistratura no atendían las clase porque se dormían, ya que la rutina les resultaba agobiante. «La Academia de la Magistratura está pintada en la pared, los jueces se duermen», espetó.
La razón, según comentó García Belaunde se debía a que estos jueces primero asistían a sus respectivos despachos para cumplir su horario laboral y por eso llegan exhaustos a las clases. «(Los jueces) llegaban a las 6 a la academia, dormían de 7 a 10 de la noche y no aprendían nada», señaló el letrado.
García Belaunde comentó la experiencia europea sobre la formación de jueces. «Hay que hacer como en Europa, que hay escuelas de jueces. En Europa se dan becas y el juez estudia un año, dos años a tiempo completo», acotó. Casi de inmediato finalizó: «Si no mejoramos el material humano no habrá mejor justicia».