Cifra negra de la muerte en el Perú, por Edhín Campos Barranzuela

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Sumario. 1. Introducción,  2. Desarrollo del tema, 3. Problemas de identificación del cadáver, 4. Procedimiento protocolar para inhumación,  5. A modo de conclusión.


1. Introducción 

Bastante preocupación viene causando en la comunidad jurídica y en la opinión pública nacional, las últimas cifras que se vienen dando a conocer por diferentes medios de comunicación, relacionados con el fallecimiento de personas que ya ascendería presuntamente a la astronómica cifra de 45 805 muertos.

 2. Desarrollo del tema

Durante los últimos días los datos oficiales de fallecidos eran de 18 000 muertos aproximadamente, luego se ha indicado que en la gestión anterior al ministro de Salud, Víctor Zamora, no se habrían consignado alrededor de 5000 personas fallecidas por lo que la cifra oficial, ascendería a 25 000 peruanos fallecidos.

No hay que desdeñar que mayormente las cifras entregadas por el Sinadef, probablemente sean del Ministerio de Salud y no se encuentren homologadas con las personas muertas reportadas por Essalud.

De la misma forma no existe una estadística sincerada de las personas fallecidas por covid-19 que han muerto en las clínicas privadas, así como también de aquellas personas enfermas que han venido padeciendo el coronavirus y han fallecido en sus domicilios.

Estas magras cifras se han incrementado al interior del país, como en las ciudades de Arequipa, Puno y Huanuco en donde se ha detectado un inusitado aumento de fallecidos por motivos de la falta de oxigeno, falta de capacidad hospitalaria, medicina, disminución de recursos humanos y mayormente por la sobredemanda de atención médica que ha rebazado toda imaginación humana.

Urge conocer, por más doloroso que sea, cuáles son las cifras reales de todos los peruanos fallecidos hasta la fecha pues minuto a minuto se puede apreciar a través de las redes sociales que un familiar, amigo, vecino, compañero o persona conocida a fallecido lo que permite precisar que existe una cifra de muertos no reportada hasta ahora conocida.

No cabe duda que las personas fallecidas durante los últimos meses no necesariamente han fallecido por el coronavirus, pues existen registros de personas fallecidas que han muertos por múltiples causas ajenas al covid-19.

Por lo pronto el Sistema Informático Nacional de Defunciones, es el aplicativo informático que permite el ingreso de datos del fallecido para generar el certificado de defunción y el informe estadístico que incluye las defunciones fetales y las defunciones no identificadas.

Resulta importante precisar, que de acuerdo a la página oficial del propio Sinadef, se indica que el Reniec conjuntamente con el Minsa desarrollaron el sistema informático, que permite el ingreso de datos de personas fallecidas, generación de certificados de defunción y la estadística respectiva.

Un interesante informe de Salud con Lupa de Gerardo Gómez Ari, Johan Cassa, Carlos Carrasco y Marco Carrasco, revela que la cantidad de muertes es un indicador muy relevante para conocer el efecto en la salud pública del nuevo coronavirus ahora que nos encontramos en una nueva etapa de distanciamiento social obligatorio.

Precisa que, las defunciones registradas empiezan a incrementarse y se tiene en cuenta que en abril el número de las personas fallecidas se incrementó en 32% con respecto a marzo y en mayo se elevó en 94% en comparación en abril.

Asimismo, en este interesante informe, se da cuenta que los fallecimientos por covid-19, afectó más a los varones que a las mujeres. Las muertes registradas de hombres tuvieron una medida histórica de 53.56%, en mayo alcanzaron el 63.17% y en junio 63.44%.

Un dato importante, que se debe tener en cuenta precisan, que la diferencia entre el número de defunciones reportadas por el Sinadef entre marzo y junio del 2020 y lo que se registraba en años anteriores en el mismo periodo, refleja que existen 35 319 muertes más

3. Problemas de identificación del cadáver

En tal sentido a la fecha se vienen presentando una serie de problemas que los familiares de los occisos por el covid-19 vienen padeciendo, esto son:

– La demora injustificada en la entrega del cadáver.

– La prohibición de las exequias y de la ceremonia del sepelio

– La duda en la identidad del cadáver cuando es entregado a los familiares y además cuando es cremado.

– La falta de una adecuada sensibilización del protocolo para la inhumación o cremación del cadáver.

Conforme a nuestro ordenamiento jurídico positivo, el cadáver no es un sujeto de derecho que le pudiera asistir ser titular de garantías procesales y derechos fundamentales, más bien el cadáver es un objeto de derecho que su memoria debe ser respetada, no se debe profanar el lugar en donde reposa nadie debe ultrajarlo, mutilarlo y sustraerlo sin la correspondiente autorización.

Además, la dignidad de la persona trasciende a la muerte, es por ello que se debe respetar la integridad del fallecido y la forma de su inhumación o cremación del cadáver con la finalidad de que tenga una cristiana sepultura

4. Procedimiento protocolar para inhumación.

Para tal efecto, el pasado 19 de abril un poco más de un mes del inicio de esta terrible pandemia, se publicó en el diario oficial El Peruano la Resolución Administrativa 208-2020-Minsa, que establece el procedimiento para la inhumación o cremación del cadáver por el covid-19.

Esta norma administrativa precisa que siendo un cadáver centro de propagación infecto contagioso, es imperativo evitar su diseminación para poder erradicar esta clase de enfermedades transmisibles en todo el territorio nacional y para tal efecto se debe ejercer un control epidemiológico y de inteligencia sanitaria para adoptar medidas de prevención y de control de esta terrible pandemia como es en este caso el coronavirus.

En tal sentido se deben dictar medidas urgentes y excepcionales destinadas a reforzar un sistema de vigilancia y de respuesta sanitaria frente al convid-19, disponiéndose que el Ministerio de Salud planifique, coordine y evalúe el procedimiento para la inhumación o cremación de los cadáveres en el país.

De la misma forma precisa que tiene por finalidad contribuir a prevenir y controlar los diferentes factores de riesgo de contaminación y diseminación generada por el covid-19 de los cadáveres, que ponen en riesgo la salud de la población en general, por lo que el procedimiento protocolar es el siguiente:

– El cadáver puede ser inhumado o cremado según decisión del familiar directo.

-El cadáver debe ser inhumado o cremado dentro de las 24 horas, desde el momento que se certifica el fallecimiento y debe ser aislado en bolsa impermeable resistente y de cierre hermético.

-El personal que realice este procedimiento, debe usar los equipos de protección y cumplir las medidas de seguridad.

– El cierre de bolsa que contiene el cadáver, debe contar con cremallera y debe asegurarse un cierre hermético, en caso no tenga cremallera para el sellado, se utilizará pegamento que asegurará un definitivo cierre.

– La bolsa se debe pulverizar y se coloca en el ataúd, el mismo que será cerrado y no será abierto bajo ninguna razón.

– La inhumación puede ser sepultura en tierra o en nicho.

– El velorio del cadáver está terminantemente prohibido.

– El equipo humanitario de recojo de cadáveres se encarga del manejo del cadáver inmediatamente y de manera directa al cementerio de la jurisdicción distrital o provincial para la inhumación o cremación respectiva, o las cámaras de preservación según corresponda.

– Los crematorios deben tener la autorización correspondiente para realizar dicho servicio.

– Se hará entrega de las cenizas a los deudos que así lo soliciten, los cuales tendrán acceso a las mismas solo hasta las 24 horas posteriores a la cremación de no ser entregados se conservarán en el cinerario.

Lamentablemente nuestro país se ubica en el quinto o sexto lugar del mundo con más muertes por esta grave pandemia y sin duda los reflectores se han volteado hacia el Perú y nos preguntamos hemos llegado ya a la meseta, para esperar la disminución de fallecidos o todavía no alcanzamos el pico y lamentablemente se seguirán produciendo más muertes.

Por lo pronto la ministra de Salud, Pilar Mazzeti, ha dejado entrever que las cifras de personas fallecidas son muy altas y antes que se corrigieran los cálculos oficiales se contabilizaban 18 612 óbitos y se tuvieron que añadir ocho mil personas sospechosas con criterios médicos y la diferencia adicional del Sistema Informático Nacional de Defunciones de otros 19 000 casos letales.

Por lo pronto el presidente de la República, Martín Vizcarra en su mensaje presidencial anunció que el presupuesto inicial para el sector salud el 2021 será de 20 000 millones de soles y la inversión en infraestructura, logística, recursos humanos, compra de equipos médicos, capacitación y parque informático será en beneficio para poderse avocar a la prevención y cura de esta grave enfermedad, pues se encontró a un país con deficiencias estructurales como la desigualdad e informalidad.

 5. A modo de conclusión

En tal sentido no cabe duda que, estamos atravesando por una muy difícil situación sanitaria en el Perú y en todo la humanidad y es probable que exista un rebrote del covid-19 y las cifras de personas fallecidas se sigan incrementando, sin embargo siempre será importante que los peruanos tengamos conocimiento exacto de las cifras oficiales de nuestros muertos porque será a través de las estadísticas, que las autoridades gubernamentales tomen mejores decisiones, para evitar más muertes que ciertamente vienen dejando mucho dolor y tristeza en nuestros corazones.

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