Yo te creo hermano, te nublaste. A propósito de los eventos acaecido en El Charrua

Autor: Nicolas Rojas Jurado.

La noche del domingo último 6 julio de 2025, cerca a la hora de las lechuzas, el canal del Poder Judicial, Justicia Tv, transmitió en vivo la continuación de la audiencia de prisión preventiva, reservada para lectura de decisión, horas antes se oralizó el contradictorio. En pantalla –lado izquierdo, una jueza joven, imperturbable, refleja la autoridad y los nuevos tiempos; lado derecho, como imagen congelada estas acongojado, cabizbajo, con un ojo morado y en orfandad legal[1],  outfit blanco como es recomendable para estos casos, el único adminiculo en tu mesa, fueron tus gafas –que nunca usaste-, como recordatorio de tu narrativa de tener alta medida (lo que fuere que eso significa). Tipificación: tentativa inacaba de homicidio, omisión de socorro y lesiones; muchos años; pero en mesa, una petición de nueve meses de prisión preventiva.

Los hechos son sobradamente conocidos, los videos difundidos contaron vívidamente los hechos, una riña al interior de un restaurante donde el ticket según su página supera los s/. 100.00, de donde te expulsaron luego de dizque ser grosero con los meseros[2], amenazar de muerte a las hoy víctimas, que según tu defensa te acallaron y serranearon, con mentada de madre incluida; te autocalificarte de magnate[3], titulo ratificado por tu mujer, el evento terminó cuando estrellaste tu nave, que según el fabricante tiene un “poderoso motor v6 con un doble turbocompresor que brinda 409 HP”, obtenible desde $ 146 990 (unas 15 veces más que mi Chevrolet Prisma 2021), el auto y parte del local terminaron inservibles, dos de tus contrincantes heridos. Calificaste para ser cliente de Kevin Lomax[4], en un remake, pues nadie cree que seas buena persona, antes bien pareces una fuerza destructiva.

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Al día siguiente de la gresca, cuando ya eras mediático, un taxista se vinculó al programa de Martin Rosas[5], refiriendo haber hecho varios servicios, el día anterior, a una persona que se identificó como experto en resolver problemas y que esta vez tenía que ayudar con la emisión de un dosaje etílico, de modo que se baje el resultado. El hombre del volante, caviló se trata de ti, pues solo arrojó 0.36[6] gramos por alcohol, lo que contrastaba como te mostraban los videos, en el imaginario, este hecho ha sido objeto de manipulación, te ayudo el señor lobo[7] para lo del seguro, pero tal vez no fue bueno para tu narrativa[8].

Tu alocución en audiencia, con voz quejosa y entrecortada refieres no saber que paso, te preguntaste a ti mismo ¿Qué hice?, fuiste en shock a tu casa, todo ello para concluir pidiendo perdón, aun así te mandaron al bote, y es que mentiste, hay un patrón de conducta, reiteración delictiva, encima le pegaste al samaritano que intento detenerte, desoíste a tu mancha, ni tu mujer pudo detenerte, hiciste un cagadón, y ahora pareces un piraña de bagatela, balbuceando porque no tiene para el tarro de leche de su hijo que acaba de nacer.

Yo te creo mano[9], así funciona la ira, te ciega, te quita memoria, te aleja de los que quieres, se asoma hasta en sueños, distorsiona los hechos; seguro te refocilas rumiando que paras balón, que te peleaste con cuatro, que tu dignidad quedo a salvo, que te compras otra caña y no pasa nada, y etc; pero esta baja empatía, esta crueldad, son más que banderas rojas. La ira es una defensa, no un sentimiento, la chamba terapéutica esta en ubicar que esconde; te lo digo yo, hermano, que convivo con ella.


[1] El imputado contaba con defensa particular, quien participó virtualmente, nos preguntamos si para propósitos de esta audiencia ayudaba su presencia física junto a él, tal vez pudo contribuir en articular su defensa, ya que mucho de ella fue ininteligible, amén de reconstruir su narrativa.

[2] Los elementos de convicción para la prisión preventiva, no se oralizó declaración de estos, tampoco de los acompañantes del imputado.

[3] La definición DRAEL, para Magnate, es: “Personaje muy ilustre y principal por su cargo y poder”, no obstante, su uso es inusual por estos lares, donde se prefiere expresiones como “rico” o “millonario”.

[4] Película: El abogado del diablo (1997)

[5] Radio Exitosa 95.5 FM, Miguel Rosas conduce un programa periodístico que admite llamadas de los escuchas y los pone al aire.

[6] La Ley 27753, tiene como anexo una tabla de alcoholemia, que divide en cinco periodos, el primero discurre entre 0.0% a 0.5%, es llamado periodo subclínico, y precisa que no existen síntomas o signos clínicos, es decir inocuo.

[7] Película: Tiempos Violentos (1994), el agente de limpieza profesional de la mafia se presenta así: “soy el sr. Lobo, resuelvo problemas”.

[8] El investigado, en audiencia preventiva, al intervenir pidió perdón excusándose por haber estado “borracho”, no obstante, declaro haber bebido tan solo dos copas de vino, siendo que además la gresca inicio por los reclamos que este hacia a los mozos para que les atiendan con más licor. Como fuere dicho status no es causal de inimputabilidad.

[9] Miguel Ángel Requejo Astochado (51), Cajamarca, empresario, en un audio filtrado por TV, probablemente en off de su manifestación policial, habla a tu interlocutor “Me arrepentí hermano”, “Yo soy serrano hermano”.

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