Durante la vida universitaria, se presenta la oportunidad de elaborar documentos complejos ensayo, articulo o incluso una tesis. A la par, aparece la posibilidad de plagiar al momento de redactar estos trabajos.
Los editores y profesionales de la materia invitan siempre a pensar dos veces al momento de cometer un plagio porque hoy más que nunca es fácil capturar a alguien que se ha robado ideas. Esto gracias a los programas antiplagio.
No es necesario exponerse a la vergüenza que esto equivale, pero seguro muchos desconocen cómo funcionan estos softwares y por eso se comenten estas irregularidades. Por eso explicamos la complejidad con la que trabajan estas herramientas y así te desanimes en tu cuestionable misión.
¿Qué es el plagio?
La RAE señala que plagiar es copiar una parte, más allá de la extensión, de una obra ajena y sin autorización. Y en el proceso, difundir lo copiado como si fuera producto de su autoría.
Diferentes universidades que promueven la producción académica tienen sus propias definiciones y reglas alrededor de este tema. La PUCP, por ejemplo, cuenta con una guía titulada “¿Por qué y cómo debemos combatir el plagio?”, mientras que la UTP ha desarrollado su Reglamento de propiedad intelectual.
El primero de estos documentos especifica que se comete plagio en el trabajo universitario no solo cuando se toma como propias ideas escritas, ya que también cuenta lo dicho verbalmente en conferencias o clases. También es plagio cuando, en una exposición oral, usamos ideas de otro y no lo decimos, cuando simplemente basta hacer una referencia al autor original.
Uno de los motivos principales para censurar el plagio a nivel académico, según las universidades ya mencionadas, es que hay un comportamiento evidentemente contrario a la ética. Ya sea porque no realizamos ningún trabajo o esfuerzo por desarrollar ideas propias o porque, al tomar las ideas de otros y hacerlas pasar por nuestras, se las estamos robando.
Programas antiplagio más usados
Ante este problema, diferentes creadores de tecnología desarrollaron programas antiplagio que se basan en la revisión masiva e inmediata de una base de datos. Herramientas como Turnitin, que es una de las más populares en las universidades e instituciones similares alrededor del mundo.
Vamos a explicar más adelante el método que usan estas herramientas, pero podemos decir que Turnitin es un software que se ha posicionado como principal en su categoría por su base de datos, una de las más extensas. Esto le permite obtener mejores resultados al momento de detectar las irregularidades señaladas en este post.
Otros programas antiplagios que están siendo usados por revistas y otros medios académicos son DupliChecker, PlagTracker y Copyleaks. Las diferencias entre ellas van desde la extensión de los textos que puede recibir, su formato (word, pdf y más) o su precio. Porque varios de ellos ofrecen una búsqueda más detallada bajo un plan de pago a definir.
¿Cómo funcionan los programas antiplagios?
Aquí detallaremos lo primordial. Todos los programas antiplagio identifican cadenas de texto y buscan coincidencias en su base de datos de archivos. Estas apps están conectadas a repositorios internacionales de gran reputación y sellos editoriales que cuentan con una gran variedad de publicaciones científicas.
Pero también monitorean páginas de menos prestigio como la famosa Rincón del Vago o Wikipedia. O puntos intermedios como webs que alojan archivos, blogs o los textos subidos por otros usuarios de estos programas antiplagios. Esto para asegurarse que la detección sea lo más certera posible.
Se estima que día a día, la base de datos de estos programas crece de forma masiva, con 20 mil textos nuevos cada 24 horas.
Tipos de coincidencias
Hay tres tipos de coincidencia que pueden surgir en estos casos y no todas son necesariamente malas.
Plagio
El contenido ajeno usado en tu trabajo, de forma literal, un copy paste. Corresponderá al encargado de revisar el trabajo determinar si hay comillas o una aclaración que deje en claro que no estás apropiándote del trabajo de alguien más.
Falsos positivos
Nada es perfecto y el software antiplagio puede señalar como una coincidencia algunas cosas bastante básicas como los títulos de otras obras, nombres de instituciones o frases comunes como, digamos, «Lima es la capital de Perú» o «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad».
Esto puede evitarse configurando los programas para que busquen plagios con una cantidad mínima de palabras o evitando contar el índice o la bibliografía.
Contenido reciclado
Este punto será ampliado en un próximo post, porque abarca lo que se conoce como el autoplagio. Y genera un debate aparte, mucho más grande.
El contenido reciclado le pertenece al autor, pero en otro contexto y con otras intenciones. Es contenido útil porque puntos en común con investigaciones actuales y ha sido creado por el mismo autor, pero puede ser cuestionable. Aunque no es lo mismo que un plagio.
Pero, repetimos, lo exploraremos en otra oportunidad.
¿Cómo interpretar los resultados?
Programas como Turnitin compara el trabajo de un estudiante con su base de datos en busca de similitudes y el porcentaje de las mismas. Si se encuentran instancias en las que la redacción de un estudiante es similar a una fuente o coincide con ella, esto se marca para su revisión en un informe de similitudes.
En el caso de ese programa, aunque el resto funciona de forma similar, se cataloga todo usando diferentes colores.
Azul: no hay texto coincidente
Verde: una palabra a 24 % de texto coincidente
Amarillo: de 25 % a 49 % de texto coincidente
Naranja: de 50 % a 74 % de texto coincidente
Rojo: de 75 % a 100 % de texto coincidente
En todos los casos, se recomienda una evaluación adicional del docente para poder identificar los tres escenarios descritos anteriormente. En el caso de los porcentajes en rojo, se deberá ser mucho más suspicaz, ya que se asume que el problema escapa a una casualidad. Aunque, nuevamente, tenemos que considerar una posibilidad final.
A tener en cuenta en trabajos ligados al derecho
Teniendo en cuenta lo anterior, se debe considerar que muchos trabajos académicos ligados al derecho requerirán las citas de textos amplios e incluso completos. Ese es el caso de los proyectos de ley, normas, artículos de códigos o artículos de la Constitución.
Estos textos podrían hacer creer que se ha realizado un gran plagio, cuando en realidad se trata de algo común en el ejercicio de la investigación jurídica.
Bibliografía
- Pontificia Universidad Católica del Perú. «Por qué y cómo debemos combatir el plagio».
https://www.pucp.edu.pe/documento/por-que-y-como-debemos-combatir-el-plagio/ - Universidad Tecnología del Perú. «Reglamento de Propiedad Intelectual». https://www.utp.edu.pe/sites/default/files/inv_-_rg005_reglamento_de_propiedad_intelectual.pdf
- Universidad de Lima. «Informe de originalidad»
https://libguides.ulima.edu.pe/turnitin/informe_originalidad - Pedro Sánchez. «Turnitin y PlagScan: así funcionan los programas antiplagio que ha usado La Moncloa». El País.
https://elpais.com/politica/2018/09/14/actualidad/1536910999_284317.html